Estudiantes debe aprender de esta eliminación para no cometer algunos errores que tuvo el proceso, pero no puede desechar las virtudes que demostró, sino que con ellas deberá cimentar lo que viene.Seguramente por estas horas el dolor de jugadores, dirigentes, cuerpo técnico e hinchas de Estudiantes sea muy profundo por otra decepción en el Torneo Federal B.
Uno tiende siempre a quedarse con la última foto de la historia y sería malo que en este caso así sea.
Queda claro que se cometieron errores y no se puede relativizar todo al “perdimos en la lotería de los penales”, porque la eliminación se dio por 180 minutos en los que el equipo no jugó a la altura de lo que lo venía haciendo en el torneo.
El planteo en la ida en Las Heras fue demasiado conservador, entregándole el protagonismo a un equipo que, salvo lo actitudinal, no demostró ninguna otra virtud digna de destacar.
En la vuelta del domingo Estudiantes hizo lo que tenía que hacer, abrir el partido desde el comienzo, pero después careció de volumen de juego para definir la serie (para colmo, en lo poco que creó desperdició dos chances muy claras como la de Comba en el primer tiempo y la de Sánchez, en el segundo).
Después se llegó a los penales y la historia es conocida.
Ante este nuevo fracaso, la dirigencia encabezada por Alicio Dagatti deberá replantear el futuro, sabiendo que no tiene mucho tiempo porque el próximo Federal B comenzaría el 31 de julio y por lo menos 45 días antes debería empezar a trabajar el nuevo proceso.
¿Hay que cambiar todo para lo que viene? seguramente que no, más si se tiene en cuenta que Marcelo Vázquez lleva menos de 6 meses en el club.
El mendocino fue elegido entre un abanico de posibilidades y, con las salvedades que hicimos en esta última serie ante el Globo Lasherino, consiguió un buen funcionamiento.
Hoy Vázquez conoce de primera mano el potencial con el que cuenta en el club y puede hacer un cabal diagnóstico de los jugadores locales que pueden seguir en el equipo, los que necesariamente tendrán que partir por haber finalizado su ciclo y aquellos puestos que deberá reforzar (ya sea con algunos de los foráneos que están en el equipo o con nombres nuevos que lleguen a la institución).
La utopía de jugar con todos jugadores propios no existe, porque hoy el plantel no tiene variantes confiables en todos los puestos, pero tampoco se pueden traer jugadores que después tengan muy poco protagonismo como se dio este año con Coria, Ortega o Bardín.
Hay que barajar, pero no dar todo de nuevo, sino quedarse con las cartas que uno sabe que le rendirán y armar el próximo equipo en base a Peralta, Puñet, Gómez, Palandri, Foglia, Aiello, Aimar, Abataneo, Barreto, Comba, Flordelmundo, Colazo.
FUENTE: (Tristán Amado) - (http://www.puntal.com.ar) - FOTO: (Marcelo de la Torre).-
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