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sábado, 19 de enero de 2019

FÚTBOL: EL CLÁSICO: ATENAS Vs ESTUDIANTES: “Yo lo vi jugar a Gatto” - FUENTE: (Agustín Hurtado) - (http://www.puntal.com.ar) - FOTO: (Marcelo de la Torre).-

Algunos jugadores tienen ese extraño don de convertirse en superhéroes. Al mejor estilo de Bruce Wayne o Clark Kent, los tipos entran a la cancha, se ponen el traje y realizan proezas casi inverosímiles. Son esos que cuando todo parece perdido dan la cara por sus equipos y los rescatan. Ayer, el 9 de Julio vio partir a uno de esos personajes, Nicolás Gatto. 
El puntano le dijo adiós al fútbol y el gol se quedó sin uno de sus principales aliados. Los hinchas de Atenas despidieron a uno de sus últimos ídolos y representante de una de las épocas más gloriosas de la institución. Su sola presencia en el área, con sus disparos potentes y su oportunismo característico, ponía en alerta a cualquier defensa y encendía la esperanza de todo el 9 de Julio. 
Su primer paso por el club lo dejó marcado a fuego en la memoria de los albos. Fueron cinco años de un enamoramiento profundo. Dos títulos locales, un ascenso, el protagonismo permanente en los Argentino B y la racha de victorias ante Estudiantes son los hitos que tuvo aquel recorrido. En esos  tiempos, pensar a Atenas sin Gatto era como imaginarse a Ciudad Gótica sin Batman.  
Cuando entraba al área, desarmaba rivales con la mirada y a la hora de definir tenía más herramientas que el enmascarado en su baticinturón. Cada tanto algún arquero se disfrazaba de Guasón y le atajaba un penal, pero en general el tipo se las arreglaba para mandarlos a todos al Asilo Arkham. En esos tiempos jugó con el que fuera uno de sus mejores complementos, Mauro Lagioia, una especie de Dick Grayson (el primer Robin) que lo asistió en varias de sus conquistas.
Su pase a Estudiantes generó bronca en el pueblo albo, pero los rencores por su partida duraron poco. El puntano retornó en 2012 para salvar al equipo del descenso y la herida cerró. Su tercer paso no fue el ideal, pero así y todo se las ingenió para ser el goleador de Atenas en esa temporada. 
Los hinchas de Estudiantes lo miran con indiferencia. Lo condenan de manera injusta por haber marrado un penal en la promoción con Defensores de Belgrano. Se olvidan de que, en su primer semestre en el club, sus goles fueron claves para que el equipo de Hugo Mattea dejara de pelear por el descenso y se clasificara al pentagonal final de la temporada 2009/10. En la siguiente, la de la derrota con los de Ramallo, él y Guillermo Tambussi conformaron una de las duplas más goleadores del certamen.  
Fuera de Río Cuarto brilló en Estudiantes de San Luis, equipo con el cual ascendió al Argentino A. También jugó en Unión de Mar del Plata, Sportivo Patria de Formosa, Deportivo Maipú, Gutiérrez de Mendoza y Juventud Unida de San Luis. 
La afirmación de que todo tiempo pasado fue mejor (tan refutable a veces) suele aparecer mucho en el fútbol. Ni bien algún joven profesa su admiración por un jugador, no falta el experimentado que comenta: “Vos porque no lo viste jugar a…”, como si el pibe fuera culpable de haber nacido un tiempo después. Con Gatto pasa algo similar. Cuando hoy se lo nombra surgen comparaciones con apellidos ilustres de la historia vernácula imposibles de resolver, porque en el deporte, ya se sabe, gustos son gustos. 
Anoche, Gatto cargó los goles en el batimóvil y dejó a los hinchas de Atenas con la sensación de haber vuelto a un pasado no tan pasado y muy glorioso. Su potencia, su capacidad para definir y su búsqueda constante del gol no serán olvidados fácilmente. No cabe duda de que en algunos años el leimotiv de las canchas riocuartenses, cuando aparezca algún goleador implacable será: “Vos porque no lo viste jugar Gatto”. 

 FUENTE: (Agustín Hurtado) - (http://www.puntal.com.ar)  -  FOTO: (Marcelo de la Torre).- 

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