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lunes, 26 de diciembre de 2016

FÚTBOL: Entre la gloria y el barro - FUENTE: (Agustín Hurtado) - (http://www.puntal.com.ar) - FOTO: (Marcelo de la Torre/Archivo).-

El año del fútbol de Río Cuarto tuvo toda la gama de emociones posibles. Desde la alegría por ascender hasta la frustración del descenso.
Dos ascensos, dos clásicos, un ascenso, una final y hasta un escándalo, todos esos acontecimientos formaron parte del 2016 del fútbol riocuartense a nivel nacional. La paleta de emociones fue desde la algarabía a la tristeza, pasando por la bronca y la frustración.
Desde el Federal C ganado por Atenas hasta el ascenso de Estudiantes, los equipos de Río Cuarto fueron marcando caminos diversos a lo largo de estos más de 300 días de competencia, que comenzaron el 24 de enero y se cerraron el 18 de diciembre.
El imaginario tren del anuario recorre estaciones iluminadas, con decoraciones ostentosas, que contrastan con otras más lugubres y casi fantasmagóricas.-

Atenas desató su alegría
Analizando el final del año y el nuevo descenso, aquel festejo de Atenas ante Juventud Unida en la definición del Federal C parece muy lejano. Más allá de esa sensación, sería injusto no recordar a ese equipo que consiguió el ascenso en particular y al certamen en general.
El Federal C 2016 le regaló a la ciudad de Río Cuarto la primera final entre dos de sus representantes en un torneo nacional. Además de varios partidos para el recuerdo, como los apasionantes encuentros entre Juventud Unida y Lautaro Roncedo, tanto en la primera fase como en los playoffs.
Atenas fue un campeón excelente. Terminó invicto y con un promedio de gol impresionante. Desarrolló un estilo de juego ofensivo y sólido que le permitió ser superior a casi todos los rivales. Por eso no sorprendió que ganará el título sin inconvenientes y apabullando en la final a un equipo que también tuvo un gran torneo.
Juventud Unida se reforzó para buscar el ascenso, pero comenzó con algunas turbulencias. Fue recién en los playoffs que la escuadra dirigida por Fabián Tobaldo encontró su mejor nivel.
Los goles de Germán Gigena fueron el arma fundamental para llegar a la final con el Albo y a partir de allí se encolumnó el resto.
Atenas ascendió marcando diferencias, Juventud fue un gran subcampeón, Lautaro Roncedo podría haber llegado más lejos de no ser porque se cruzó con la Juve y San Martín de Vicuña Mackenna cumplió un aceptable papel.-

La primera no pudo ser
Como Estudiantes consiguió el ascenso, pocos se van a acordar del Torneo Federal B de Transición. Ese que se disputó en el primer semestre del año y que para el Celeste se terminó en los cuartos de final al caer con Huracán Las Heras de Mendoza por penales en el Candini.
En ese plantel había algunos de los nombres que después ascendieron en diciembre, pero hay otros que tuvieron una corta estadía en la ciudad. El más famoso de ellos es Sebastián Coria.
Después de la salida de Hugo Mattea, la dirigencia del Celeste contrató a Marcelo Vázquez como entrenador y luego empezaron a llegar algunos refuerzos. El Pampero fue el que más pergaminos tenía, pero también llegaron Enzo Imbesi y Santiago Sánchez.
El torneo del equipo no fue malo, pero otra vez el ascenso se frustró. Luego de terminar primero en su zona de clasificación, por delante de los equipos cuyanos, el conjunto de la avenida España eliminó agónicamente a Peñarol de Chimbas en octavos de final, pero en la llave siguiente perdió con Huracán. Juan Palandri marró el penal definitivo y hubo que volver a empezar.-

La segunda fue la vencida
Finalizado el primer semestre, las ilusiones de los riocuartenses se concentraron nuevamente en el Federal B, que está vez no era de transcición. Estudiantes, Atenas y Juventud Unida, que recibió una invitación del Concejo, por ser subcampeón del Federal C, eran los tres representantes del fútbol riocuartense.
El Celeste iba otra vez en busca del ascenso y para eso rompía el mercado. Primero llegaba Juan Reynoso, goleador de Atenas en el Federal C, después se sumaba Víctor Beraldi y el plantel de Vázquez se volvía más numeroso. En ese mismo momento y más “callado”, llegaba proveniente de Lautaro Roncedo, Alejandro cabrera, a la postre una de las figuras en la conquista del título.
Con el orgullo herido, Atenas respondía con la vuelta de Nicolás Gatto. Además, sumaba nombres de experiencia como Fernando Maldonado y mantenía la base con la que había ascendido.
El contrastante destino de los refuerzos del Albo y del Celeste fue una de las razones por las cuales los equipos terminarían el año a dos categorías de distancia.
Por su parte, Juventud Unida sabía que su objetivo era mantenerse en la categoría. Mientras esperaba la invitación, ya había cambiado de DT y Jorge Grassi estaba al mando. La dirigencia de la Juve mantuvo la base del equipo subcampeón y sumó algunos nombres como para dar batalla.
El torneo mostró rápidamente para que estaría cada uno. Estudiantes iba a pelear arriba, Juventud y Atenas (por errores propios) abajo.
Cómo el primer clásico entre Estudiantes y Atenas fue un aburrido 0 a 0, el primer hito para recordar aparece en la quinta fecha y no es estrictamente futbolístico. El 4 de septiembre los jugadores y el entrenador del Albo protagonizaron un escándalo al golpear al árbitro Marcos Romera en el encuentro que perdián por 2 a 1 ante Tiro Federal de Morteros. Después de ese acontecimiento dantesco, la temporada de los de la Marconi se vino en picada.
Los partidos, con varias fechas entre semana, fueron pasando intensamente. Estudiantes peleaba con Racing y Tro Federal para calsificar a playoffs. Atenas y Juventud combatían con el Argentino Peñarol cordobés para no perder la categoría.
El 9 de octubre se jugó el segundo clásico del semestre. Fue en el 9 de Julio y la tardenoche se vistió enteramente de celeste. Juan Palandri fue la gran figura de la cancha, al convertir los dos tantos con los que Estudiantes derrotó 2 a 1 a Atenas.
“Basta de chamuyos, los clásicos se ganan”, declaró el central y desató el enojo de los aficionados de Atenas, que veían cada vez más desesperados, el oscuro final del equipo.
Después de hundir a su enemigo histórico, Estudiantes se fue derechito a los playoffs. Una goleada 5 a 0 ante Racing de Córdoba le dio el impulso necesario y le puso la chapa de candidato.
Atenas y Juventud siguieron combatiendo hasta que el 6 de noviembre se dieron cita para el encuentro final. Esta vez el cruce no era por un ascenso, sino por todo lo contrario. El escenario de la última batalla fue el estadio Los Teros. Los soldados de Grassi aguantaron el embate de los de Bringas y contraatacaron para quedarse con el triunfo, mantener la categoría y condenar a su rival otra vez al Federal C.
Derrotado, Bringas dejó el mando del ejercito ateniense. Algunas semanas después, ya sin Grassi en el banco, sería contratado por Juventud Unida.
Mientras eso pasaba, Estudiantes entraba en la recta final hacia el ascenso. El equipo de Vázquez se clasificaba primero a playoffs luego de empatar en Morteros con Tiro Federal.
En la fase decisiva, Estudiantes superaría a Güemes de Santiago del Estero, a Tiro Federal de Morteros y a Independiente de Chivilcoy para lograr el tan ansiado retorno al Federal A. Fue el 18 de diciembre, para cerrar así el año de los riocuartenses en los torneos nacionales de fútbol.
Con tantas idas y vueltas, el mapa para 2017 indica que Estudiantes y Juventud Unida deberán esperar al segundo semestre para volver a competir. Atenas, Banda Norte, Toro de Coronel Moldes y Atlético San Basilio abrirán el fuego el 29 de enero en el Federal C.
FUENTE: (Agustín Hurtado) - (http://www.puntal.com.ar) - FOTO: (Marcelo de la Torre/Archivo).-

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