A sus veintiséis años, después de arañar el podio con su cuarto puesto en Londres 2012, se prepara para colgarse el oro olímpico en Río 2016 que constituye su única asignatura pendiente mientras bate una plusmarca tras otra. La nadadora húngara Katinka Hosszu estableció el nuevo récord mundial femenino de los 400 metros combinados cronometrando 4 minutos, 19 segundos y 46 centésimas durante la fase eliminatoria del campeonato europeo de pileta corta que se desarrolla en la ciudad israelí de Netanya.Con 56 kilos distribuidos en 1,72 de altura y bajo la guía técnica de su esposo, el entrenador Shane Tusup del Club SC Vasas de Hungría, Katinka Hosszu mejoró cuarenta centésimas la plusmarca mundial femenina de los 400 metros meddley que, desde la temporada pasada, se encontraba en poder de la representante olímpica española Mireia Belmonte con los 4m19s86 que registró en la Copa del Mundo de Doha en Qatar.
Número uno internacional tanto en 200 como 400 metros combinados, la múltiple campeona mundial Katinka Hosszu sumó un nuevo éxito deportivo tras su paso por los tribunales cuando, a mediados de noviembre, demandó judicialmente a la revista Swimming World Magazine y su columnista, el ex nadador olímpico canadiense Casey Barrett, acusándolos del delito de difamación.
Tal como lo adelantó públicamente en diferentes medios de prensa europeos, la nadadora húngara inició un juicio contra el medio de comunicación y su periodista a raíz de una nota que la describió como una deportista sospechada de consumir sustancias ilícitas para mejorar su rendimiento deportivo.
Según el artículo periodístico, el doping era la única explicación posible ante la gran cantidad de pruebas que Katinka Hosszu gana en un mismo certamen con apenas horas de diferencia entre una y otra carrera. En la nota se decía que la nadadora tiene una resistencia física superior a la de toda otra mujer del circuito profesional e incluso a la de los plusmarquistas Michael Phelps y Ryan Lochte. Más allá de eso, el artículo aclaraba que a Katinka Hosszu nunca le detectaron consumo de productos prohibidos en las decenas de controles médicos que le efectuaron a lo largo de su trayectoria deportiva.
Dos meses después de publicada la nota, la nadadora húngara inició una querella que tramita ante el juez Bridget Bade en los tribunales de Arizona en los Estados Unidos, quien se abstuvo de formular comentarios previos a expedirse formalmente en el expediente.
FUENTE: (http://www.eldepornauta.com.ar).-
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