Ganó 35 títulos profesionales, cinco de ellos de Grand Slam, pero desde junio pasado está afuera del circuito profesional debido a un controvertido caso de doping. Ex número uno mundial del tenis femenino, la rusa María Sharapova no podrá jugar el torneo de Roland Garros debido a que los organizadores del torneo francés le negaron la invitación especial porque consumió meldonium, un fármaco prohibido que ella atribuyó a los cuidados médicos para controlar su diabetes y que, aún así, le valió una suspensión de quince meses que se cumplió la semana pasada.
A comienzos de junio pasado, la Federación Internacional de Tenis consideró que Sharapova violó el artículo 8.1 del programa antidopaje anulándole sus victorias en el Austrialia Open 2016 donde, además de alcanzar los cuartos de final, le realizaron el control de sangre y orina que constató el consumo de esta sustancia prohibida.
Como consecuencia de este caso de dopaje, la Federación Internacional de Tenis sancionó a Sharapova con una quita total de puntos que la sitúan en idéntica situación que una jugadora novata, o de nivel inferior, que primero debe alcanzar las máximas instancias de la qualy como se denomina técnicamente a la instancia clasificatoria que abre las puertas del cuadro principal profesional.
Bicampeona de Roland Garros gracias a conquistar las ediciones de 2012 y 2014, Sharapova solicitó un wild card para participar a partir del próximo lunes en el cuadro principal del polvo de ladrillo parisino pero sus organizadores le denegaron su pedido aduciendo que la pérdida de sus puntos no la causó una lesión ni una enfermedad sino que se trató de un castigo por utilizar productos ilícitos.
A diferencia de sus pares de Roland Garros, las autoridades de los torneos de Madrid, Roma y Stuttgart le brindaron sendas invitaciones especiales para que ingrese directamente al cuadro principal de estos tres certámenes del circuito profesional femenino.
Jefe máximo del tenis femenino en su condición de presidente de la WTA, el dirigente Steve Simon criticó la negativa de los organizadores de Roland Garros aduciendo que la ex número uno del mundo ya había cumplido su sanción. “No hay motivos para castigar a una jugadora más allá de las sanciones establecidas”, afirmó el titular de la WTA.
En diciembre de 2015, la Federación Internacional de Tenis le envió a Sharapova una carta informativa de la Agencia Mundial Antidopaje informándole que esta sustancia meldonium sería incluida en el listado de productos vedados a partir del 1º de enero de 2016.
Por su parte, la tenista rusa admitió el resultado positivo de su control antidoping pero adujo no haber leido el correo electrónico en el que le comunicaron que el meldonium pasaría a ser considerado ilegal.
“Si bien el tribunal concluyó correctamente que no tuve intención de violar las reglas antidopaje, me aplicaron una suspensión injusta. El tribunal, cuyos miembros fueron seleccionados por la Federación Internacional de Tenis, consideró que no hubo mala fe de mi parte pero me impidieron competir durante quince meses”, se defendió Sharapova en su frustrada apelación ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte.
A sus veintinueve años, con 59 kilos en 1,88 de altura, la diestra rubia de revés a dos manos es la deportista mejor paga del mundo y en su carrera profesional conquistó dos ediciones del francés Roland Garros 2012 y 2014 sobre el polvo de ladrillo parisino, además de coronarse campeona en el césped inglés de Wimbledon 2004 más el cemento de los Abiertos de Estados Unidos y Australia en 2006 y 2008 respectivamente.
FUENTE: (http://www.eldepornauta.com.ar).-
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