Con nueve jugadores detenidos y una posterior liberación que costó 15 mil dólares, la batalla continuó camino al vestuario.
El episodio de violencia se desató cuando los jugadores del Viaducto fueron a buscar al árbitro paraguayo Enrique Cáceres.
Una vez finalizado el partido, la policía brasilera reprimió severamente a los jugadores que intentaban entrar al vestuario.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (AP).-
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