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sábado, 27 de abril de 2013

BOXEO: Maravilla Martínez vs Martin Murray y un pronóstico de trompadas y lluvia

Vibrante. El pesaje de la pelea tuvo todos los condimentos, al mejor estilo de Las Vegas. Sergio Martínez y Martin Murray prometen el mejor boxeo. (Foto: Télam)“¡Estamos listooo­ooooooos..!”. La aparición en escena de Michael Buffer, el anunciador estrella de la cadena televisiva HBO, terminó de encender al público que ayer al mediodía colmó el Salón Libertador del Hotel Sheraton de Retiro para presenciar los pesajes de Sergio Martínez (72,302 kg.) y Martin Murray(72,393 kg.).
Música, luces y mucho merchandising, más un catering sin mezquindades y hasta un duelo de cánticos entre argentinos e in­gleses, le dieron forma al show en que se convirtió la cita con la báscula, antesala obligada del combate por el título mundial de peso mediano que se llevará a cabo hoy en la cancha de Vélez. Casi, casi, al mejor estilo de Las Vegas.
Al compás del tema “Siempre digo lo que pienso”, de Calle 13, Martínez subió al escenario con sus clásicos lentes oscuros y una camiseta del seleccionado argentino de fútbol que en sus espaldas lucía la leyenda “Maravilla” y el emblemático número “10” que identifica a los astros Diego Maradona y Lionel Messi.
“¡Maaaaaarravillaaaaaaa!”, exclamó Buffer, y todos se pusieron de pie. El nuevo ícono del boxeo nacional sonrió, saludó y hasta se dio el gusto de emular el gesto de un director de orquesta mientras retumbaba el “dale campeón, dale campeón”. Lou DiBella, Samson Lewkowicz y Pablo Sarmiento, respectivos promotor, consejero y entrenador del monarca, no se quedaron atrás a la hora de las arengas. A su lado estaba Murray, que esta vez no fue el paciente inglés de la conferencia de prensa. Su flema mutó en gesto desafiante al bajar de la balanza en medio del griterío de quienes desde temprano hacían flamear una bandera blanca y roja, y de la respuesta en forma de abucheo de la mayoría albiceleste.
La ceremonia no duró más que cinco minutos, tal vez algunos pocos más, pero sirvió para terminar de calentar el ambiente del que será, sin dudas, el evento deportivo del año en ­Argentina. No habrá ninguno igual, no habrá ninguno.
Al mal tiempo, buena cara
En medio de tanta efervescencia, la organización del evento se preocupó en aclarar que, si bien está prevista inicialmente para las 22.30, la pelea Martínez-Murray podría adelantarse “de acuerdo a la evolución de las condiciones climáticas”, teniendo en cuenta el pronóstico de lluvia y tormenta que rige para esta noche en la Ciudad de Buenos Aires. “El combate se realiza sí o sí”, aclaró Mauricio Sulaiman, hijo del secretario ejecutivo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), quien antes del pesaje entregó una plaqueta a la hija del fallecido Carlos Monzón, quien en la década del ’70 lució el cinturón que hoy ostenta “Maravilla”. “No se olviden de mi papá”, reclamó Silvia, en uno de los momentos más emotivos de la mañana.
El comunicado oficial, leído por el “maestro de ceremonia” Horacio Cabak (también estará hoy en Liniers... ¡y dicen que lo acompañará Mariano Iúdica!) acalló los rumores de una posible cancelación, alentados por un equívoco comunicado emitido en el sitio web de la organización.
Las puertas del estadio José Amalfitani se abrirán a las 16 y habrá otros ocho combates de aperitivo, más la actuación de René Pérez, o “Residente”, líder de Calle 13 y amigo personal de “Maravilla”, y de Bajofondo, el grupo de tango electrónico que tiene como principal referente a Gustavo Santaolalla, dos veces ganador del Oscar a la mejor banda sonora (Secreto en la montaña y Babel).
Se estima que a partir de las 21 Martínez ya estará presto a pisar un cuadrilátero argentino después de 11 años, y probarse ante 40 mil espectadores después de una rotura de meniscos en la rodilla izquierda y de una fisura en la mano izquierda que demoraron su preparación.
Será un examen exigente, el cruce de la experiencia (38) y la juventud (30). Cuando Murray debutó como profesional, en 2007, “Maravilla” ya sumaba 41 peleas y 270 rounds en el campo rentado. No es un dato menor, en ningún sentido. “Voy a dejar la vida arriba del ring, y más”, sostuvo ayer el argentino en un breve contacto con la prensa. Antes de recluirse en su habitación, donde tenía previsto observar algunos videos de su rival, se despachó con una frase tan poco original como contundente: “Hasta la victoria, siempre”.- 
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (TELAM).- 

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