El sueño se puso en marcha unos meses antes al inicio oficial de la competencia. En aquel entonces el Consejo Federal, el ente que rige los destinos de la categoría, decidió cambiar el formato y cursó 34 invitaciones a clubes que, en su gran mayoría, venían participando en el Torneo del Interior.
Y Alianza fue uno de ellos. Con el arduo trabajo y las intensas negociaciones de un grupo de dirigentes y hasta del propio Juan José Irigoyen, el “tricolor” recibía la buena nueva y un arduo desafío lo esperaba a partir de ese entonces. El Torneo Argentino B era una realidad.
La apuesta era una y sólo una. Una experiencia inédita y el objetivo, claro está, no era otro que hacer pie en la divisional. Con la base de jugadores que venía de conseguir el título en el torneo doméstico, más algunos refuerzos, Alianza ponía manos a la obra y el sueño de permanencia estaba en marcha.
Fortaleza moldense
Como se suponía, no fue una tarea sencilla ni mucho menos, pero de principio a fin el elenco moldense tuvo un plus que sería vital para solventar la gran campaña que realizó: su producción en condición de local.
En los primeros tres encuentros que jugó en estadio del Toro Club todos terminaron con victoria. Recién en la segunda rueda, y en lo que fue el primer partido de 2013, conoció la derrota en Coronel Moldes.
En esa condición, el equipo de Irigoyen ganó ocho de los cotejos que disputó, con dos empates, tres derrotas y un porcentaje de efectividad del 66,67%.
De visitante la producción no fue tan buena pero igual consiguió algunos resultados interesantes. El más resonente fue tal vez el heroico empate ante Gimnasia en la cuarta fecha, con dos jugadores menos y con Sebastián Airaudo conteniendo un penal en tiempo de descuento.
El otro, sin duda alguna, es la reciente victoria ante Andes Talleres, más allá que cualquier otro resultado le hubiese permitido sellar su permanencia.
La hora del balance
Al momento del balance, por Coronel Moldes reina la tranquilidad y la satisfacción porque se cumplió con el objetivo primordial que perseguían dirigentes, cuerpo técnico y jugadores.
Ahora llegará el momento de un merecido descanso para luego empezar a planificar lo que será la segunda temporada en el Torneo Argentino B.
Con la experiencia acumulada, se presume que ahora la meta será más ambiciosa. Para que ello sea posible, será necesario mantener la base de este plantel y sumar algunos refuerzos de jerarquía, una condición casi indispensable.
Alianza está de fiesta y tiene motiviso para festejar. El sueño, después de tanta pelearla, finalmente quedó cumplido.
FUENTE y FOTO: (Nicolás Russo - www.puntal.com.ar).-
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