A sus 35 años, ante un rival un lustro menor y después de seis meses sin empuñar una raqueta tras lesionarse una rodilla, el mejor jugador de la historia conquistó su 69º título profesional, el 18º en un torneo de Grand Slam. El tenista suizo Roger Federer superó al español Rafale Nadal por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3 consagrándose campeón del Abierto de Australia que le valió un premio de 2.600.000 euros en efectivo.
Fruto de batallar tres horas con cuarenta minutos en la superficie rápida del cemento del estadio Rod Laver Arena de la ciudad de Melbourne, Federer quebró una racha adversa de cuatro temporadas sin títulos de Grand Slam desde que se impuso en el césped inglés de Wimbledon 2012.
Con 80 kilos distribuidos en 1,85 de altura, Federer lidera el ranking de torneos majors con cuatro coronas más que el ya retirado estadounidense Pete Sampras y Rafa Nadal.
Con un mayor resto físico producto de haber tenido un día más de descanso que Nadal, cuya victoria en cinco sets del viernes ante el búlgaro Grigor DImitrov le demandó cinco horas de largos peloteos bajo una sensación térmica de 32 grados, Federer prevaleció con el saque conectando un total deveinte aces contra apenas cuatro de su adversario. Además también duplicó la cantidad de golpes ganadores, 73 para Federer contra 35 para Nadal.
A pesar del triunfo, Nadal continúa como su enemigo letal considerando que venció a Federer en 23 de los 35 partidos oficiales disputados entre sí, habiéndolo derrotado en media docena de las nueve finales de grandes certámenes.
La paridad entre ambos obligó a definir el título de este Australian Open en el quinto set donde Nadal dominaba 2 a 0 y después 3 a 1 hasta que Federer ganó cinco games consecutivos, uno atrás del otro con dos quiebres del servicio rival. Así ratificó que es mucho más que el 17º preclasificado de este cuadro de single, sigue siendo el número uno.
FUENTE: (http://www.eldepornauta.com.ar)
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