El atroz asesinato atentó contra la libertad de prensa y cambió la historia del periodismo, que se vio amenazado en plena democracia.
A 20 años del brutal crimen de José Luis Cabezas, ninguno de los siete condenados por el asesinato del reportero gráfico ocurrido el 25 de enero de 1997 en Pinamar sigue preso.
Esa mañana, Cabezas apareció calcinado dentro de un auto, en un gran pozo, a 13 kilómetros de la ciudad balnearia de Pinamar. Desde un primer momento, el principal sospechoso fue el empresario Alfredo Yabrán, quien manejó un verdadero imperio desde las sombras durante la década de los 90 en Argentina.
"Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía", dijo alguna vez el poderoso empresario en una entrevista. Fue José Luis quien obtuvo esa primera foto y lo pagó con su vida.
Al cumplirse un nuevo aniversario de ese homicidio, ninguno de los condenados cumple su condena en prisión. Algunos recuperaron la libertad y otros murieron.
El último 21 de diciembre, el ex policía Gustavo Prellezo, autor material del crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, recuperó su libertad por buena conducta. "En la cárcel se recibió de abogado, pero nunca le pidió perdón a la familia de José Luis y eso debería ser parte de la resocialización", remarca el periodista Gabriel Michi, quien trabajaba con José Luis.
En cuanto al jefe de Seguridad de Yabrán, Gregorio Ríos, fue condenado como instigador del crimen de Cabezas y hace dos años la Justicia dio por terminada su condena, en la actualidad reparte su tiempo entre la zona norte del Gran Buenos Aires, donde habita, y Corrientes, provincia en la cual administra unos campos.
En tanto que el policía Sergio Camaratta condenado a prisión perpetua, murió el 3 de abril de 2015 y el efectivo de la bonaerense Aníbal Luna condenado a prisión perpetua se encuentra beneficiado "por un régimen especial" y se encuentra en libertad en la localidad bonaerense de General Madariaga.
Lo mismo sucede con el ex comisario Alberto "La Liebre" Gómez, comisario de Pinamar al momento del asesinato y condenado por haber liberado la zona la noche del crimen, y que en la actualidad goza de un régimen de "libertad asistida".
En cuanto a la banda de los "Horneros", el grupo de delincuentes que fueron reclutados por Prellezo y que participaron en este crimen, tuvieron casi todos una suerte similar a la de Ríos y los uniformados.
José Luis Auge, condenado, fue liberado en 2004, y Sergio Gustavo González resultó liberado en febrero de 2006 por reducción de pena a 20 años, pero ese beneficio se le conculcó al quedar envuelto en una causa por drogas.
Mientras que Horacio Anselmo Braga, sentenciado a 18 años de prisión quedó en libertad el 25 de enero de 2007, y Héctor Retana murió en 2001 en la cárcel de Olmos.
Por su parte, Alfredo Yabrán, asediado por la justicia, la prensa y la opinión pública de todo el país, se suicidó el 20 de mayo de 1998. Eligió dispararse en la boca con una escopeta mientras descansaba en una estancia de Entre Ríos. Hasta hoy, mucha gente todavía cree que Yabrán está vivo, en algún lugar del mundo.
Una bala de fuego quiso callarte y te hizo más grande, inolvidable (…) ¿Cómo se mata a un hombre? ¿Cómo se puede? ¿Cuándo se olvida a un hombre? ¿Cuándo se aprende? "Una bala de luz", canción de Guillermo Cantón, amigo de José Luis Cabezas, en su memoria.
La foto que le costó la vida a Cabezas
El reporte gráfico retrató a Yabrán el 16 de febrero de 1996 en Pinamar; un año después, fue asesinado.
El 16 de febrero de 1996, Cristina Cabezas jugó ser una turista más en las playas de Pinamar. Su marido, José Luis, simuló hacerle fotos con su cámara, pero el objetivo no era la madre de su hija Candela. Metros detrás de Cristina, Alfredo Yabrán caminaba junto a su mujer, María Cristina Pérez. El torso del empresario estaba desnudo y vestía una bermuda blanca con rayas cruzadas color bordó.
Así consiguió José Luis Cabezas la foto del todopoderoso empresario de la década menemista que le costó la vida, y que vio la luz el 3 de marzo de aquel año cuando la revista Noticias la publicó en su tapa. Poco menos de doce meses después, el reportero gráfico fue encontrado asesinado en una cava en General Madariaga, hecho del que hoy se cumplen 15 años .
El rostro de Yabrán era un bien preciado para todos los medios de comunicación desde el 25 de agosto de 1995, cuando el por entonces ministro de Economía Domingo Cavallo acusó al empresario de ser "jefe de una mafia enquistada en el poder".
La foto que le costó la vida a José Luis Cabezas. Foto: Revista Noticias
Su cara nunca había sido publicada y él se ufanaba de eso. "Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente", dijo alguna vez en una entrevista. "Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía", también fue una frase que se le atribuye. Rara vez concedía entrevistas, y cuando lo hacía exigía que el periodista no esté acompañado por un fotógrafo.
Detrás de la imagen
"No sé si es Yabrán, pero por las fotos que tenemos me da la sensación. Fijate vos que con tu ojo de fotógrafo quizás lo reconoces", le dijo Gabriel Michi a José Luis Cabezas el 15 de febrero de 1996.
"Sí, es él", le respondió el fotógrafo a su compañero de trabajo, tras haberse acercado unos metros al balneario de Pinamar donde Yabrán comenzaba sus vacaciones.
El equipo de periodistas de la revista Noticias volvió al estacionamiento donde estaba el auto que habían alquilado. Cabezas sacó su cámara y, mientras su compañero le hacía de trípode para sostener el teleobjetivo, comenzó a disparar. Una foto, dos, tres
Yabrán tomaba sol en una reposera, con un perro al lado, en el balneario Marbella.
"Teníamos información sobre Yabrán desde hacía bastante tiempo. Y nuestros contactos en Pinamar que nos avisaron cuando él llegó a la playa", recuerda hoy ante LA NACION Gabriel Michi. "Con José Luis hicimos una guardia primero frente a su casa. Y ese mismo día, el 15 de febrero, por la tarde pasamos por el balneario que por entonces se llamaba Marbella".
Allí hicieron las primeras fotos del empresario en la playa, con Michi haciendo de trípode para la cámara de Cabezas. Al rato bajaron a la playa, se instalaron en un balneario contiguo del de Yabrán, y utilizaron por primera vez la estrategia del "falso turista".
"Lo vemos que viene caminando para el lugar donde estábamos nosotros. Pasa y sigue relata Michi-. A los pocos metros vuelve, y ahí me puse en pose, como que José Luis me sacaba la foto a mí, pero en realidad le estaba sacando a Yabrán".
Al día siguiente, con la intención de hacer más imágenes, Michi y Cabezas alquilaron una carpa cerca del empresario. "Nos quedamos todo el día y alrededor de las 16 lo vemos pasar caminado. Estaba con su mujer. Iban hacia el norte de Pinamar", cuenta el periodista.
Cuando Yabrán volvió caminando junto a su esposa, fue Cristina Cabezas la que simuló ser turista, mientras José Luis disparaba el obturador de su cámara.
"Yabrán ataca de nuevo", tituló Noticias en su tapa del 5 de marzo de 1996. La imagen de Cabezas acompañaba una investigación escrita por Michi donde revelaba los negocios del empresario en Pinamar.
Lo que vino después es una historia tristemente conocida: Cabezas fue asesinado el 25 de enero de 1997. Había recibido varias amenazas de muerte durante todo 1996. "Sabíamos que la foto le había molestado. Hay versiones que dicen que los custodios recibieron algún tipo de reprimenda y que después fueron reincorporados", señala Michi.
Yabrán fue investigado por la Justicia como autor intelectual del crimen, pero nunca se enfrentó ante un juez: se suicidó el 20 de mayo de 1998. Y de los nueve condenados que tuvo el caso, ninguno cumple prisión efectiva.
El recuerdo de sus colegas
El trabajo le costó la vida a Cabezas, pero su ímpetu por la profesión fue destacada por quienes fueron sus colegas. "José Luis era muy buen tipo y le gustaba mucho lo que hacía. Lo disfrutaba en serio", afirma a LA NACION Gustavo Seiguer, quien trabajó con Cabezas en la revista Noticias desde 1994.
"La foto que él consiguió cotizaba mucho. Y en la revista pegó muy bien. Pero es terrible lo que pasó. Y es aún peor que los acusados estén libres", expresa Seiguer.
"Él era testarudo -dice, por su parte, Michi-, cabeza dura al extremo y quería que la foto fuese la mejor. Siempre". Y sobre el caso, opinó: "Tenemos la esperanza de que los asesinos vuelvan a la cárcel".
FUENTE: (http://www.lv16.com.ar).-
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