ATLETISMO: ¿Culpable o inocente? - FUENTE: (http://www.eldepornauta.com.ar).-

Brilló como atleta al ganar tres ediciones consecutivas del Maratón de Nueva York en 1980 a 1982 sumado a una victoria en los 42K de Boston para después convertirse en el técnico que llevó a la cima del podio olímpico a corredores como el británico Mo Farah pero ahora fue alcanzado por sospechas de doping. La cadena estatal de televisión inglesa, BBC de Londres, acusó al entrenador cubano nacionalizado estadounidense Alberto Salazar de suministrar sustancias ilícitas para mejorar el rendimiento deportivo de sus discípulos.
Jefe del cuerpo ténico del Oregon Project qjue agrupa a más de docena de las mejores figuras del atletismo internacional, Alberto Salazar sostuvo que el documental de la televisión británica se basa en “suposiciones falsas y medias verdades” al mismo tiempo que negó toda manipulación de pruebas.
“Siempre respeté el juego limpio, nunca violé la ley, hablan de testosterona cuando en realidad se trataba de Testoboost como se denomina a un complemento alimentario que está permitido”, afirmó este ex maratonista de 56 años que, actualmente, entrena tanto al bicampeón olímpico de 5 y 10 mil metros en Londres 2012, Mo Farah, como a Galen Rupp, dueño de la medalla de plata en los 10.000 metros de la capital inglesa.
De acuerdo al testimonio vertido por Steve Magness, quien fuera el principal asistente de Salazar hasta 2011, el entrenador le habría proporcionado testosterona sintética a Rupp cuando el ahora subcampeón olímpico tenía apenas dieciséis años.
En esta producción de la BBC, fueron entrevistados diferentes colaboradores del técnico que aseveraron que recomendaba consumir microdosis de diferentes sustancias para no ser detectadas en los exámenes médicos.
Por su parte, el subcampeón olímpico Rup desmintió las acusaciones añadiendo que jamás tomo medicación alguna excepto los remedios que le recetaron para combatir el asma, los cuales fueron autorizados expresamente por la Agencia Mundial Antidopaje, WADA según sus siglas en idioma inglés.
“Jamás incurrí en doping, Alberto Salazar nunca me sugirió que tomara sustancias prohibidas y, en todo este tiempo en el que vengo trabajando con él, siempre respetó estrictamente las reglas vigentes”; aseguó Mo Farah, a quien los investigadores deslindaron de toda sospecha.
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