Tras el retiro. El quilmeño repasó su carrera y dijo que seguirá cuidando su figura. Siente que aportó su granito de arena para el pugilismo.-
Era todo de ‘Maravilla’. Lo va a buscar Chávez, final tremendo. Era todo de Martínez, qué se va a prender. ¡No se tiene que prender! ¡Salí de ahí, ‘Maravilla’!". El relato de Walter Nelson quedó para la posteridad. La pelea del boxeador quilmeño frente al mejicano Julio César Chávez Jr. en Las Vegas marcaba por septiembre de 2012 el pico de popularidad de Sergio Martínez, que tras ese recordado combate comenzó una curva descendente en su vida boxística, que llegó a su fin días atrás.
Sus recurrentes lesiones, la falta de hambre de gloria y el cansancio lógico tras su larga y exitosa carrera deportiva hicieron que el pugilista tome la decisión de decirle basta a los combates arriba del ring. Luchador como es, ahora Martínez empezará a pelearla desde otro lado: seguirá siendo promotor boxístico (lidera la empresa Maravilla Boxing en Madrid) y llevará a diversos lugares del país su obra de stand up denominada A veces me dicen “Maravilla”.
De paso por Córdoba para promocionar su espectáculo teatral, Martínez dialogó con Mundo D y repasó su carrera, que lo llevó a ser considerado uno de los mejores tres boxeadores del planeta, por detrás de “un tal” Manny Pacquiao y “un tal” Floyd Mayweather.
"No fue el retiro soñado. Pero dejo esto con una sensación excelente, extraordinaria", dijo Martínez.-
“No fue el retiro soñado. Pero dejo esto con una sensación excelente, extraordinaria. Yo cuando empecé tenía intenciones de ganar un título mundial. Mi sueño era ese y pelear en Las Vegas. Y gané más de un título mundial”, precisó el exboxeador, que no descarta en un futuro instalarse en Córdoba. “Me gusta mucho Capilla del Monte. Quizá más adelante viva ahí”, confesó.
Sobre el monólogo que presentará el próximo viernes en nuestra ciudad, “Maravilla” explicó: “Lo mío es un repaso y un relato de mi vida. Como tengo una vida que es lo más parecido a un viaje en una montaña rusa, lo hace curioso, particular y a veces muy entretenido. Lo que hago es eso, relatar mi historia con toques de humor y poesía, aunque también con un poco de drama”.
“Me lo tomo en serio a esto que hago, porque la gente paga para verme. Ellos no sólo se emocionan sino que salen con un pensamiento, con un mensaje profundo. Creo que en el fondo el mensaje es que todo se puede. Hablo desde mi experiencia, que soy un tipo con una vida muy vivida”, agregó el quilmeño en un coqueto bar de barrio Jardín.
Marcó una época
Cuando el boxeo argentino nadaba en medio de un mar de mediocridad, Martínez fue a los Estados Unidos a pisar fuerte, sorprender y desafiar al resto a que lo intentarán. Y mal no le fue.
Aunque algunos preferirán quedarse con el opaco cierre que mostró arriba del cuadrilátero o con sus otras facetas (actor, escritor, comediante o bailarín en TV), pocos podrán negar que fue un “distinto” y que su fenómeno permitió que los gimnasios volvieran a llenarse de peleadores que soñaban con ser como él.
“Todo cambió en el año 2012, hubo una pequeña vuelta de tuerca en el boxeo", contó "Maravilla".-
“Todo cambió en el año 2012, pero no solo para mí. Hubo una pequeña vuelta de tuerca en el boxeo con la gente que se aficionó a este deporte. Hubo muchos nuevos fanáticos. Creo que yo colaboré, puse mi granito de arena. Creo que soy parte de un nuevo cambio del boxeo”, reflexionó el expugilista.
Conjugando el lado intelectual de Sergio Víctor Palma (poeta, músico y periodista), la facha de Carlos Monzón y la desfachatez de Oscar “Ringo” Bonavena (en el duelo verbal con Chávez), "Maravilla" Martínez fue quien volvió a convencer a un país entero de que valía la pena sentarse frente al televisor para ver sus combates.
Apenas tres tropiezos (Miguel Cotto, Paul Williams y Antonio Margarito) en 56 peleas, indican que había que ser muy bueno para vencerlo. Más que bueno, hubo que ser campeón del mundo para lograrlo.
El nuevo "Maravilla"
Al igual que Gabriel Batistuta, Martínez está pagando las consecuencias de haber exigido su cuerpo al límite, aunque no se arrepiente de eso. “A mí constantemente me está doliendo el cuerpo y tengo un problema considerable en la rodilla derecha. Es la factura que está empezando a llegar. Soy consciente de eso. Si no hubiese llegado a eso es porque no me hubiese exigido al máximo”, reconoció.
–¿Cómo será el nuevo “Maravilla”? ¿Te veremos con un poco de panza?
–Aún no, voy a tratar de seguir cuidándome. El tipo de 75 kilos superfibroso como fui durante 20 años no va a estar más, por supuesto. No tengo por qué estar así. Me lo tomo con calma. Pero sé que soy la imagen de mi empresa promotora y tengo que seguir dando el ejemplo a los boxeadores que manejo.
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (Sergio Cejas).-
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