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miércoles, 26 de noviembre de 2014

FÚTBOL: TORNEO FEDERAL A: Antonio Apud: Luchamos contra la historia de Talleres - FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar).-

Memorias del crack tucumano que dejó su marca en Talleres y hoy lo enfrenta siendo DT alterno de Mitre. Alusión a su paso por Boca y Santos Laguna.-
Por Hugo García:
La tercera categoría del fútbol argentino ha sido y es un infierno para Talleres. Pero también fue un viaje al pasado en varios aspectos. Un ejercicio en el que la memoria salió al rescate de habitantes tan queridos en el planeta albiazul. El partido ante Mitre de Santiago del Estero, lo es. Ya habló Mario Bevilacqua, hoy tratando de reconstruir su vida en el club que lo vio nacer y del que llegó a la "T" para convertirse en el goleador de AFA.
Y mañana, ese viaje al pasado, permitirá el rescate de otra figura. En el banco de suplentes del equipo santiagueño, al lado de donde se sentará el DT Carlos Roldán, estará Antonio Apud. Sí, el crack tucumano que llegó a Talleres a fines de los 80,  es el entrenador alterno de Mitre. Procedente de Atlético Tucumán, llegó como enganche y con aquella melena característica que a muchos le disparó el recuerdo del "Hacha" Ludueña, aunque el tucumano fue a la izquierda. Luego, pasó a Boca, donde fue campeón y más tarde al Santos Laguna, con el que también dio una vuelta y dejó un golazo que fue distinguido en la fiesta de los 30 años de aniversario del club mexicano, a la que obviamente fue invitado. "Se inauguraba el estadio y eran 30 años del aniversario del club mexicano. Mi paso por el club fue bueno. Ellos lo agradecen y me invitan a cada celebración", recordó Apud.
–¿Que sintió cuando se enteró que Talleres sería el rival?
–Fue muy raro. Siempre estaré pendiente de Talleres. Porque fue el que me llevó al fútbol nacional. Me compró a Atlético Tucumán. Me hizo conocer el fútbol de la Primera División. Mayra Soledad, que es mi primera hija, nació en Córdoba. Fueron dos años bárbaros y mi sentimiento hacia Talleres es de eterna gratitud. Es un club muy grande en todo sentido. Por eso verlo en la Argentino A es injusto. Debería haber vuelto a la B Nacional, que también le queda chico. Ahora estoy en Mitre y trataremos de dar lo mejor. Pero desde ya te digo que Talleres está grabado en mi memoria como algo bonito e inolvidable.
–Usted vivió un Talleres en Primera. Se entiende el desencanto.
–Me compraron siendo enganche de Atlético Tucumán. Había sido un buen año en la B Nacional. Y llegué a Talleres que estaba en Primera. Lo primero que supe fue de sus figuras. Lo primero que me mostraron fue la foto de Daniel Valencia, de Willington, de Ludueña. Usar la 10 significaba jugar para la historia. Siempre lo será. Había que rendir más. No fui enganche natural. Me tocó jugar por izquierda porque vino Adolfino Cañete. Pero había que jugar de acuerdo al gusto de la gente. Fue hermoso representar a Talleres. Era el fútbol que le gustaba a la gente. El que me gusta a mí. Tuve compañeros de excelente nivel humano y futbolístico. Mario Ballarino, con el que concentraba, fue un grande. Y eran concentraciones largas, en las que uno necesitaba aprender de los que podían guiarlo a uno. Estaban Chazarreta, Commisso, Bevilacqua, Carlos Bustos, José Albornoz, el arquero Rubén Ruiz Díaz, el colorado Vieta. Con la Pepona Reinaldi de DT y, luego, Saporiti. Eran torneos largos. Teníamos un promedio bajo y fuimos protagonistas.
Cuando Talleres fue a comprarlo llegó a tratar con Eduardo Alperovich. El actual gobernador de Tucumán era, en ese entonces, el titular de Atlético Tucumán.
Me compraron Miguel Macías y el gerente deportivo Antonio Fauro. Después me compró San Lorenzo, no llegué a un acuerdo, me volvieron a vender a otra persona que me volvió a poner en Talleres. Así pude completar mi segundo año. Lo mejor que me pasó en Talleres fue el cariño de la gente. En poco tiempo, empecé a escuchar el "tucumano, tucumano". Eso me sacó un peso de encima. Gracias a ese paso por Talleres, pude ir a Boca.
–¿Respetarán a Talleres?
–Pasamos una instancia complicada en Madryn. En general fuimos superiores. Sé que luchamos contra la historia de Talleres. Implica que demos lo máximo para dejarlo atrás. Si Mitre quiere lograr algo importante debe superar a este tipo de equipos que te marcan en la historia. Y para pasar hay que jugar 180 minutos muy buenos. Enfrentamos a un grande.-

Boca y el superclásico
–En ese época era difícil que Boca o River compraran un jugador de un club del interior...
–Sí. Y Boca me marcó. Marca a todos. Para siempre. A nivel mundial. "No cualquiera juega en Boca", es el dicho con el que todos crecíamos en esa época y fue verdad. Te obliga a llegar al techo de tu rendimiento. Como en Talleres. En Boca, no existe el segundo puesto. Si salís tercero o cuarto, tenés que buscarte otro club. Era una época brava. Boca no salía campeón, había muchos jugadores emblema y no había tantas ventas al exterior. Al lugar había que ganárselo. Había que lidiar con hombres de mucha trayectoria. Así uno podía llegar a lo mejor. No había otra forma.
–¿Jugó muchos superclásicos?
–Trece, entre oficiales y amistosos. No perdí nunca con Boca y estando en Talleres, también le ganamos dos veces a River. Pero estoy feliz por la carrera que pude hacer. Llegué a Córdoba desde Tucumán y, luego, pasar a Boca, fue importante.
–Futbolísticamente, ¿qué espera de este segundo Boca-River, versión copera?
–Lo mismo que en el primer chico. Una pelota es la que va a definir el juego. La semana pasada la tuvo Gago y no fue gol de milagro. Ahí se definía el juego. Va a ser un partido de doble tensión porque quien esté en desventaja sufrirá mucho. El reloj se convierte en un enemigo.
–¿Qué fue lo mejor que le pasó en Boca?
–Que dimos la vuelta siendo invictos; aunque, luego, perdimos la final de los ganadores de los  dos torneos de la temporada con Newell's. Fueron dos años bárbaros también. Jugamos Copa Libertadores. Haber estado ahí fue lo mejor.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar).- 

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