El Griego lo definió sobre el final y venció 80-77 a los santiagueños.-
Ganó Atenas. Tal vez eso haya sido lo único positivo de su apretado triunfo de anoche por 80-77 sobreOlímpico.
Porque al margen del valor indiscutible de los dos puntos, lo del Griego fue para preocuparse.
Y no vale poner al frente las justificaciones de sus ausencias –a las ya sabidas de Herrmann y Lábaque se sumó sobre la hora la de Williams por hipertensión– porque la colección de errores que exhibió el equipo en el segundo tiempo sobrepasan cualquier nombre.
“Tuvimos pérdidas groseras”, dijo al final un crítico Mario Milanesio, que no se mostró demasiado conforme a pesar de la victoria.
Es que Atenas acentuó anoche como nunca sus lagunas y su bipolaridad. Y si rescató el triunfo fue porque tuvo al frente al peor equipo de la Zona Norte.
Los griegos habían tenido un más que respetable primer tiempo, en el que insinuó convertir el partido en un trámite. Pero después del descanso fue una sombra y sólo salió a flote porque un par de rebotes le favorecieron y porque Brussino, goleador de la noche con 23 puntos, tuvo su mejor acierto con uno de esos triples que matan a 41 segundos del cierre.
Una mitad para cada uno
Atenas se puso adelante en una ráfaga que le dio rápidas ventajas en el inicio, sobre todo porque tuvo mejor perímetro que su rival (3 de 5 contra 0 de 7 en el primer parcial), lo que le permitió adelantarse 15 puntos (22-7) a 2m 24s del final de los 10 iniciales.
Los bandeños, rotando el personal y apretando la marca, se colocó a tiro en el inicio del segundo (27-23), pero cuando se enchufaron Fierro y Lescano, el juego parecía colocar rápidamente la chapa de “partido liquidado”.
A poco del final del segundo, el Griego sacó la máxima de 17 (44-27) con una comodidad que no hacía imaginar lo que venía después.
En la reanudación fue otro partido. A pesar de sus limitaciones, Olímpico se llevó por delante al Griego y produjo una reacción impensada. Coleman ganó cuantas veces se lo propuso y empezó a remarla hasta que se puso adelante 50-48 a 4m 28s del cierre del tercero.
A partir de allí, todo fue un palo y palo, en un final cerrado que se definió con un espectacular triple de Brussino, a 41 segundos del final, que sirvió para quedar en el umbral de la clasificación al Súper 8.
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (Sergio Cejas).-
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