Siendo muy superior a su rival, Estudiantes goleó por 3 a 0 a Once Tigres de Nueve de Julio. Dos golazos de Martín Dopazo y otro del "torito" Carlos Lucero, le dieron en las cifras la superioridad en cancha que mostró el conjunto riocuartense. En el primer tiempo tras mucho esperar el primero, a los 34', Dopazo se fue abriendo hacia la izquierda cuando ingresaba al área y saco un remate con pierna izquierda que se coló en arco rival contra el poste derecho. En el comienzo, los tigrenses intentaron sorprender pero la defensa local frenó las intenciones del rival. Once Tigres, un equipo sin aspiraciones ya en las posiciones donde se úbica en el último lugar mostró solo las intenciones de defenderse y caer por las menor cantidad de goles. El segundo gol de "pandereta" Dopazo fue un tremendo golazo, a los 12' del ST, con un remate que se clavó en el arco rival, en el ángulo. Después de los intentos iniciales del visitante, el celeste se adueño de la pelota y la situación. Sólo había que pronosticar a que hora llegaba la apertura del marcador. Pero este tardó el llegar. La mayoría de los titulares de Estudiantes jugó en gran nivel. El delantero Gigena, desperdició dos situaciones con el arco con el arco a su disposición. Pero el público presente no estuvo ansioso como otras jornadas y como que esperaba que los goles iban a llegar en sucesión, esperó sin mostrar enojo lo que la de cuero no entraba. Pasó la primera media hora y sin gol. La sensación estaba latente. La apertura estaba al caer. Quebrar el resultado parcial de 0-0, era la primera misión. Y el celeste se abocó. Iva mucho por afuera y los centros que anunciaban el primero. Pero por esta vía no llegó. El hábil Dopazo combinó con Gigena, en tres cuartos y el, ayer "11" la devolvió para que Marín se hiciera de la pelota y enfilará hacia afuera, a dar un rodeo y cuando la tuvo en la mejor posición le aplicó el poder mortífero de su pie y botín izquierdo y el 1-0 se decretó, tras meterse abajo en el palo del arquero Patricio Torres, que evitó otros tantos. La búsqueda del segundo gol para el once de Dillón fue la principal obligación de los primeros minutos del complemento. Buscaba por todo el frente y con todo el juego disponible. Toques cortos, largos, por adentro y por afuera. Y la pelota parada. El gran segundo gol de la noche volvió a llegar tras otra pincelada de Dopazo para una conversión de gran factura. El estadio explotó por la alegría de la conquista y por la calidad del tanto.- FUENTE: (Omar Valdez) - FOTOS: (Marcelo de la Torre).-
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