Son veloces en bicicleta pero no pudieron escapar de los controles médicos que detectan el uso de sustancias ilícitas para mejorar el rendimiento deportivo. Ocho competidores de la Vuelta a Colombia 2017 fueron suspendidos provisionalmente porque los controles antidoping constataron que habrían consumido productos prohibidos como esteroides y EPO.
A través de un comunicado de prensa, la Unión Ciclista Internacional UCI informó que se comprobaron resultados analíticos adversos en los exámenes practicados durante las dos primeras etapas a los representantes colombianos Luis Alberto Largo Quintero, Jonathan Paredes, Edward Fabián Díaz, Fabio Nelson Montenegro, Luis Camargo Flechas y Fabián Robinson López y su par boliviano Oscar Solíz Vilca del equipo Movistar Continental, quien finalizó octavo en la clasificación general individual.
“Estos ciclistas fueron notificados de un AAF (resultado analítico adverso) en muestras de sangre recogidas el 1 y 2 de agosto de 2017 por un positivo de CERA que se clasifica como hormonas peptídicas, factores de crecimiento, sustancias relacionadas y miméticos según la lista mundial de productos prohibidos por ser dopantes”, se explicó a través del parte oficial de la UCI, máxima autoridad mundial que rige esta disciplina olímpica.
A su vez, el ciclista Juan Carlos Cadena Sastoque arrojó un positivo por anabólicos (19-noretiocholanolone y 19-norandrosterone) encontrados en un examen de orina que le practicaron el 11 de agosto. La Unión Ciclista Internacional sostuvo que estas sustancias “están clasificadas como esteroides androgénicos anabólicos“.
Estos exámenes de sangre y orina se llevaron a cabo por los expertos del Cycling Anti-Doping Foundation, un organismo independiente que –avalado por la UCI- controló el juego limpio durante la Vuelta a Colombia 2017 celebrada en la primera quincena de agosto pasado con la victoria del representante local Aristóbulo Cala.
Si bien todavía no se conocieron los descargos por parte de los involucrados en este caso masivo de doping que podría acarrearles una pena de dos años sin competir en ningún tipo de competencia oficial, los ciclistas están facultados para apelar la suspensión provisional y solicitar el análisis de las muestras B que se tomaron ese mismo día.
Surgida como una alternativa para paliar enfermedades renales o tumores cancerígenos, la EPO es un estimulante sanguíneo adoptado por deportistas de todas las disciplinas porque demora la aparición de fatiga al incrementar la concentración de glóbulos rojos para que los músculos reciban más oxígeno con la misma cantidad de sangre. Al EPO de tercera generación se lo denomina técnicamente como CERA.
Los estudios médicos comprobaron que causa graves efectos colaterales como trombosis, obstrucción de arterias coronarias, accidentes cerebrovasculares e hipertensión que la llevaron a ser considerada como ilícita por parte de las autoridades internacionales.
Esta noticia sale a la luz una semana después que el ganador del Tour de France, el múltiple campeón mundial y olímpico inglés Bradley Wiggins, fue absuelto quedando libre de culpa y cargo tras ser investigado por la Agencia Británica Antidopaje que también declaró inocente a su equipo Sky y la federación nacional de ciclismo.
Previo a esto, a mediados de agosto pasado, el campeón olímpico español de ciclismo Samuel Sánchez de 39 años fue suspendido debido a un “resultado adverso” que arrojó un control antidoping que le efectuaron fuera de competencia y que detectó un inusual nivel de hormonas del crecimiento GHRP-2.
FUENTE: (http://www.eldepornauta.com.ar).-
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