Con su equipo fogueado en la Primera División y sin tantos cambios respecto de la formación que afronta el Torneo Final,Belgrano (que no había practicado penales), aparecía como el favorito ante un Talleres que se abre paso sin ser precisamente una aplanadora en el Argentino A, que afrontaba el clásico con demasiados suplentes por su interés en el ascenso y que había practicado “algunos” tiros desde los 12 pasos.
Pero como muchas veces ocurre en el fútbol, y en esta Copa Argentina, festejó el que fue de punto por militar en categorías inferiores. Ya le había pasado a Central Córdoba al derrotar a Rosario Central y a Platense cuando eliminó a Colón.-
Anoche le tocó a Talleres en un 1-0 que tuvo mucho de batacazo y que dejó el sabor de eliminar al Celeste de un torneo oficial de AFA, por más que sea en uno en crecimiento. ¿Qué importa si la Copa en disputa reluce bajo el sol o es un trofeo opaco? El hincha albiazul se fija en las estadísticas: se trata de un certamen de AFA y el de ayer fue un partido oficial con Belgrano, algo que no se daba desde hace casi cuatro años. La “B” no gana un “oficial” desde 2006.
Es que tal como vienen las cosas entre los máximos protagonistas del fútbol cordobés, que disputen partidos oficiales es algo tan excepcional como la elección de un papa. Y ayer coincidieron ambas circunstancias. Por eso el festejo que desató el gol de Bottino tuvo la desmesura propia de los que se marcan en los clásicos. Por eso el incendio de bengalas en la cabecera Willington. Un espectáculo de humo blanco y el fuego que se mezcló con los cánticos de victoria y un atronante “matadores, matadores”.
En la misma medida la desazón iba apagando las gargantas en la Artime, aunque el orgullo pirata hizo mucho por disimular su estado de ánimo. Como intentando dejar en claro que había bajado desde la categoría de élite para disputar el partido.
Por eso los cantos para contrarrestar la euforia albiazul, por eso los aplausos para el pibe Saravia cuando abandonó la cancha, dándole a entender que el partido tenía mucho de test y que lo había aprobado. Pero en el fondo, los hinchas celestes que colmaron la cabecera sur salieron de la cancha con la bronca de un clásico perdido. Que para un hincha de fútbol es una marca en el alma.
La persistente llovizna que acompañó el final fue más molesta para unos que para otros. Obvio, los hinchas de Talleres, impermeabilizados por la euforia y envueltos en la locura del festejo, ni la sintieron. A veces el fútbol logra neutralizar los factores climáticos, por más perturbadores que sean.
Historial. Con la victoria albiazul de anoche, Talleres y Belgrano se reparten 10 victorias por bando en el clásico cordobés en AFA, con 15 empates. General: jugaron 389; la “B” ganó 132; “T”, 130.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (Martin Baez).-
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