El entrenador de Banda Norte, Gabriel Piccato, sólo piensa en el partido de hoy frente a Quilmes de Mar del Plata y no hace futurología. Sabe que el hecho de haber ganado un juego de visitante le permitió revertir la localía, aunque dice que “eso no significa nada” porque ahora el desafío es mantener el nivel exhibido el domingo para transmitírselo al rival.
Según el técnico, las claves serán “tener fortaleza mental, fortaleza física, proponer contactos, ser agresivos y respetar la estrategia”.
- Se logró el primer objetivo de robarle un juego a Quilmes en Mar del Plata. Ahora hay que revalidar todo lo bueno que se hizo el domingo para definir la serie de local…
- El objetivo es ganar tres partidos. Ese es “el” objetivo. Lo que hicimos fue por ahora revertir la localía. Es todo muy relativo. De hecho, está claro que jugar de local no significa absolutamente nada. Este es un nuevo torneo donde no hay que dar por sentado nada, ni si te toca ganar ni si te toca perder. Lo único, nutrirse de lo bueno que va haciendo el equipo, saber que ese es el camino y que no hay que apartarse. Pero ahora sólo nos interesa el partido del miércoles, no hacemos proyección ni pronósticos.
Es un solo juego, después que finalice ese partido evaluaremos, haremos el diagnóstico de lo sucedido y pensaremos en el siguiente (el viernes), no más que eso.
- ¿Cuáles fueron las claves para que en sólo 48 horas pasaran de perder por 14 puntos a ganar por 15 en un reducto difícil?
- La fortaleza mental, fortaleza física más estrategia para poder dominar al rival. Lo resumo así, y el desafío es mantenernos en ese nivel para poder transmitírselo al rival y saber que vamos a estar dominando en el estilo de juego.
- ¿Cómo imagina este tercer juego, con marca agresiva, alejando a Gaston Essengue de las tablas, no permitiéndole tiros cómodos a Maximiliano Ríos…?
- Nosotros necesitamos primero fortaleza mental, fortaleza física, proponer contactos, ser agresivos, y respeto por la estrategia. Sobre eso, si damos el primer paso vamos a poder focalizarnos sobre el rival, y como usted dice, bajarle el porcentaje de efectividad a Essengue, y fundamentalmente que como equipo no logren correr ataques rápidos, jugar estático, esa sería la idea.
- En el último partido como local hubo bastante público y los chicos de las divisiones inferiores alentaron y le pusieron color a la noche. Si la gente se contagia es un aliciente para jugar en casa…
- Siempre es muy importante el público, el apoyo, pero es relativo, dependiendo de cómo estemos nosotros como equipo. Si sabemos capitalizar esa supuesta ventaja nos beneficiará. Por supuesto que siempre es más lindo jugar de local, y aprovecho para invitar a la gente, a que venga, que se ilusione, que venga a ver un buen espectáculo, pero yo no doy por sentado que por el solo hecho de jugar de local nosotros tenemos un handicap. Me parece que sería un error y sería estar dando ventajas. Hay que demostrarlo adentro, en los 40 minutos y nuestra filosofía es jugar exactamente igual en cualquier lado, eso es a lo que aspiramos.
- El equipo ha dado un salto cualitativo en los últimos juegos. ¿Se siente gratificado por el trabajo y los frutos que se están cosechando?
- Sí, pero no es un momento de hacer un balance. Necesitamos seguir batallando hasta el último segundo del último partido que nos toque jugar. Estamos en el medio del río, hay que maximizar lo que hacemos bien, saber cuáles son aquellas cosas que no las hacemos tan bien y tratar de disimularlas, pero me voy a sentir muy gratificado cuando logremos cruzar la meta, y la meta en esta situación, en este momento, es ganar tres partidos. Antes de esto, sólo trabajar y sólo mirar el paso siguiente.
FUENTE: Alberto Llobell (ALL Press) - (www.puntal.com.ar) - FOTO: (Marcelo de la Torre/Archivo)
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