La Gloria perdía 1 a 0, pero compensó sus vaivenes futbolísticos con una asombrosa reacción temperamental y lo dio vuelta.-Por Javier Flores
Hay partidos que por su altísimo voltaje emotivo, por la incertidumbre de su desarrollo –un factor determinante en cualquier deporte colectivo– y por vivirse más desde el corazón que desde la cabeza, obligan a que el análisis futbolístico quede en segundo plano.
A la luz del vertiginoso ida y vuelta que adquirió el juego en el segundo tiempo, cuando Instituto, en desventaja por la mínima distancia y sin haber jugado bien, tuvo un cambio temperamental y actitudinal asombrosa, y el partido entró en una dimensión totalmente distinta, atrapante e impredecible.
Juventud, un equipo bien plantado en defensa, durísimo para marcar, riguroso para ocupar los espacios y presto para contragolpear con oportunismo, supo aprovechar en el primer tiempo el arranque titubeante de Instituto. Y a los 27 minutos, Medina desbordó y metió un centro al área que Zampedri, goleador implacable, no desaprovechó y cambió, de cabeza, por gol.
Fue el lapso en que también Perelman, el arquero visitante, se quedó con dos remates, uno del “Pipi” García y otro de Bauman, que pudieron haberle dado también la victoria parcial a Instituto.
Pero aún así, el partido venía complicado para el equipo de Héctor Rivoira, obligado a ganar para volver a meterse en el lote de cinco equipos que pelearán el segundo ascenso a la Primera División.
La metamorfosis de Instituto desde el arranque del segundo tiempo fue kafkiana. Comenzó a generar una llegada tras otra hacia el arco de Perelman, algunas más claras que otras, pero con una exacerbada vocación ganadora y una determinación asombrosa.
Pero como el gol se demoraba, “el Chulo” decidió tirar hasta las tripas gordas a la parrilla. Entraron Mateo García por “el Pipi” García y Gustavo Gotti por Bauman, uno para darle salida más clara al balón desde el medio y otro para incrustarse en el área en la busca del empate.
Que llegó por “el Tanque”, a los 30 minutos, tras rematar y recoger el rebote que dio Perelman. Y que se plasmó a los 49 minutos y chirolas, cuando bajo la lluvia y con los nervios del estadio a mil pulsaciones, una buena jugada colectiva entre Mateo, “Maxi Correa” y Soda concluyó con el cabezazo de Gotti, para un gol postrero, infartante, demoledor e inolvidable, que puso otra vez a la Gloria en la lucha por el ascenso que tanto desea y precisa.
Síntesis con calificaciones:
Instituto: Lucas Hoyos (8) - Jonathan Hereñú (5) - Facundo Agüero (6) - Sergio Rodríguez (5) - Emiliano Endrizzi (5) - Christian Bernardi (6) - Gastón Machín (c) (5) - Maximiliano Correa (7) - José Luis García (5) - Jonatan Bauman (5) - Pablo Magnín (6) - DT: Héctor Rivoira.
Juventud Unida: Martín Perelman (8) - Darán Vocos (5) - Matías Marchesini (c) (6) - Paolo Impini (5) - Jonatan Medina (6) - Patricio Vega (5) - Gonzalo Rodríguez (6) - Diego Barrado (5) - Cristian Fornillo (6) - Neri Bandiera (5) - Fernando Zampedri (7) - DT: Norberto Acosta.
Goles: PT, 27m Zampedri (JU). ST, 30m Gotti (I), 49m Gotti (I).
Cambios: ST, 21m Mateo García por José Luis García (I), 22m Gustavo Gotti (9) por Bauman (I), 26m Julio Illanes por Fornillo (JU), 32m Pablo Soda por Endrizzi (I), 38m Claudio Pombo por Vega (JU), 44m Mateo Acosta por Zampedri (JU).
Amonestados: Machín (I); Medina, Rodríguez, Fornillo y Zampedri (JU).
Estadio: Instituto.
Campo de juego: muy bueno.
Espectadores: 12 mil.
Árbitro: Luis Lobo Medina (regular).
Suplentes: Brian Olivera, Julián Illanes, Ignacio Antonio y Gonzalo Maroni (I). De León, G. Saucedo, Juan Sánchez y Ángel Gómez (JU).
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (Sergio Cejas).-
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