A sus veintiocho años, después de más de una década en el circuito profesional de la raqueta, llegó a su primera final en un torneo de Grand Slam y logró un resultado histórico porque venció a la número uno del ranking mundial. La tenista alemana Angelique Kerber derrotó a la estadounidense Serena Williams por un 6-4, 3-6 y 6-4 que la coronó campeona del Abierto de Australia 2016 ascendiendo al segundo puesto del escalafón internacional femenino.
Zurda de revés a dos manos con 68 kilos distribuidos en 1,73 de altura, la blonda Angelique Kerber batalló dos horas con ocho minutos para convertirse en la primera tenista germana en ganar el Australian Open desde 1994 cuando su compatriota Steffi Graf se adjudicó su cuarto título en el estadio Rod Laver Arena del complejo deportivo Melbourne Park.
En un comienzo tan vertiginoso como sorpresivo ya que, en tan sólo trece minutos, Kerber se imponia 3 a 1 tras quebrarle el saque a Serena Williams, quien un cuarto de hora más tarde ya había cedido el primer capítulo en este Abierto de Australia 2016 a cuya final accedió sin perder siquiera un set.
Ganador de veintidós certámenes de Grand Slam, los últimos ocho en forma consecutiva, Serena Williams igualó el encuentro obligando a una definición en el tercer set.
Sin embargo, la mejort tenista de la última década volvió a sufrir los golpes cruzados de la única zurda a la que enfrentó en este torneo y que, como si fuera poco, cometió la menor cantidad de errores no forzados de estas dos semanas en el Melbourne Park.
Aún encontrándose 5 a 2 abajo, a sólo un juego de la derrota, Serena Williams no bajó los brazos y remontó hasta colocarse a sólo un game de diferencia. Con su saque, todo hacía presumir que la tenista norteamericana igualaría el marcador pero las devoluciones precisas de su adversaria, sumado a una última volea que se le fue muy lejos del fleje, consagraron a Kerber como la nueva reina del Abierto de Australia.
FUENTE: (http://www.eldepornauta.com.ar).-
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