Penoso. Además de la muerte de Cristian Gómez, la jornada dejó al descubierto un abanico de sucesos intolerables. A Belgrano le fue mal.Pobre fútbol argentino el que nos toca transitar por estos días! Si uno creyera en brujas, bien podría imaginar un aquelarre a pleno condicionando día a día el desarrollo del vapuleado deporte nacional.
El regreso a las canchas después del parate impuesto por la muerte de Emanuel Ortega, y de la impresentable puesta en escena del clásico Boca-River, terminó por ser una mera continuidad de las fatalidades, errores y ridiculeces que imperan y dominan hoy en los torneos de AFA.
La muerte súbita de Cristian Gómez, el defensor rafaelino de Atlético de Paraná, tuvo un efecto similar al de la “piña de nocaut” que le arroja un boxeador al oponente tambaleante. Y el fútbol argentino anda por la lona, con su actividad suspendida mientras le cuentan otra vez hasta 10 para saber si puede levantarse otra vez.
La tragedia de lo sucedido en Corrientes llegó sólo 10 días después de la de Ortega y amaga con aportar más polémica. Se habla de la ausencia de un desfibrilador que, según el médico de Talleres Julio Ferreyra, “todas las ambulancias lo tienen, aunque su uso no garantiza salvar una vida”.
El hecho fue la gota que rebasó el vaso en una jornada que ya había empezado decididamente torcida, con “mensajes” que dejan a las claras la voluntad de tropezar con las mismas piedras todas las veces que estas se crucen en el camino.
El abanico de ridiculeces de la jornada dominguera fue terrible. Antes de empezar nomás, en la previa del clásico Racing-Independiente, los hinchas del Rojo hicieron la punta sofisticadamente. Como no podían ingresar al estadio de la Academia, alquilaron un avión para sobrevolar el Cilindro exhibiendo una bandera de sentido provocativo y hasta arrojaron panfletos para alimentar la ira (¿o el folklore?) de una rivalidad que, se sabe, va mucho más allá que la del campo de juego.
Más tarde, en un pálido Boca-Aldosivi sin público por los episodios derivados de la estupidez del “Panadero” Adrián Napolitano, un policía custodiaba la manga de... fantasmas, porque ni siquiera asistieron los dirigentes de Boca... ¡en solidaridad con los hinchas!
A la misma hora, a varios kilómetros de la desolada Bombonera, los espectadores “neutrales” con tonada cordobesa y vestimenta celeste que se llegaron hasta el Malvinas Argentinas para alentar a Belgrano, se propusieron desafiar y poner en ridículo a una disposición ídem.
Sobre el imprevisto final de la jornada (luego de las 20 se conoció la suspensión de River-Tigre, Unión de Mar del Plata-Central Córdoba y Sportivo Belgrano-Ferro), Claudio Pérez se puso el traje de justiciero para tratar de hacer respetar los famosos “códigos del fútbol”, a la vez que reaparecía el tristemente célebre gas pimienta, esta vez en manos de la Policía local y teniendo por destinatarios a Ricardo Zielinski y Pier Barrios, entre otros.
Sí, qué duda cabe, este domingo, el fútbol perdió por goleada y lo dejaron por el piso. Emanuel Ortega y Cristian Gómez se fueron en medio de la desidia y la improvisación. Ojalá que la alegría y las sonrisas puedan volver y archivar para siempre a la tristeza y la violencia que hoy la gobierna.-
Belgrano perdió en todos lados
Al equipo de Alberdi, el parate no le resultó oportuno. Llegó a Mendoza con la mejor racha de su historia en torneos de AFA y con el agregado de treparse a la punta en el caso de una derrota de Boca.
Pero los celestes no sólo perdieron el partido ante un Godoy Cruz, que lucha de mitad de tabla para el fondo.
El equipo de Zielinski se quedó sin racha justo en el momento en que Aldosivi, el que había sido su último “verdugo”, le dejó en bandeja la chance de convertirse en el único puntero del campeonato, cuando este se va acercando a la mitad de su desarrollo.
Si el “golazo” anotado por Renzo Saravia hubiese sido convertido en el arco del frente, Belgrano gozaría hoy de un inédito liderazgo a esta altura del certamen. Pero como el remate se clavó en el arco de Juan Carlos Olave, el Pirata cayó al cuarto puesto y podría retroceder un puesto más si los millonarios derrotan a Tigre en el partido que fue postergado a último momento.
“En algún momento se nos tiene que dar”, afirmó hace pocos días Zielinski. Pero para ello, también habrá que aprovechar chances como las de ayer.
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar).-
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