El correntino será el anfitrión del certamen que se disputará en Alta Gracia. Los recuerdos de un viejo maestro del golf.-Por Fabian Sacarelli:
cente “el Chino” Fernánde tiene las mismas raíces y la misma madera de los más grandes golfistas que haya dado el país. Y no es una cuestión de trofeos amontonados en una estantería, que son muchos: 93 torneos ganados. No. Tiene que ver con otra cosa. Mostró su talento es cierto, pero lo forjó y moldeó siendo cadi desde muy pequeño en alguna cancha correntina, y con mucho sacrificio. Y se las tuvo que rebuscar para seguir jugando hasta ser profesional.
“Llamame como quieras, me conocen más por ‘Chino’ que por Vicente”, dice.-
Viene a Córdoba a presentar su torneo, que desde el jueves se jugará en El Potrerillo de Larreta de Alta Gracia. “Es mi primer torneo, que se llama ‘Clásico Chino Fernández’. Hoy se da esta posibilidad en una cancha hermosa. Hace dos o tres años vine a verla y me enamoré”, confiesa.
Hablar con “el Chino” de golf no tiene tiempo. Uno cree que analiza la actualidad del deporte y termina en sus humildes raíces correntinas, en la solidaridad de los cadis, en la educación de la casa y en los “muchos y buenos espejos”.
“En mi carrera tuve muchos buenos espejos. Encontré en el golf la continuidad de la educación que tuve en casa. Los valores que tiene el golf son parecidos a los que me enseñaron. Al principio sentía que mi padre era muy exigente, hoy le estoy totalmente agradecido. A mí me empezó a gustar el golf desde los 9, y cuando lo conocí me iba todo el día. Y me dijo: ‘si querés jugar al golf estudiá de noche, porque estás todo el día jugando. Entonces se me dio la posibilidad esta –recuerda–. Encontré en el camino gente de primera. Tuve éxito muy joven y me la creí, pero hubo amigos que me dijeron ‘así no se maneja el camión, eh?’. Mucha gente de gran valor que me impulsó a sostenerme. El golf no era conocido y pensar que uno podía hacer una carrera era difícil”.
Hoy, con 68 años, atesora un bagaje de experiencia y se anima a aconsejar a los más jóvenes.-
"Los chicos de hoy nacieron en el primer piso de una casa, con todas las comodidas", dice.-
“Los chicos de hoy nacieron en el primer piso de una casa, con todas las comodidades. El crecimiento tiene que ser desde ahí, que no necesiten ir a la planta baja de la vida. Pero para hacerlo tienen que tener hambre de gloria, porque al buen pasar ya lo tienen. Tienen que tener hambre de consagración, de superarse desde el lugar en que están”.
Pide por un golf unido (“somos cuatro gatos locos y estamos divididos”), y ruega porque no pasen 40 años para tener otro “Pato” Cabrera. Y se emociona cuando habla de su torneo: “quisiera que se continúe cuando yo no esté. Es el nacimiento, quiero que sea lindo, que lo disfruten, y que tenga una devolución en lo solidario. Pedimos un kilo de alimentos no perecederos”.
Si va a El Potrerillo y ve jugar a esta leyenda de buena madera, haga silencio y escúchelo hablar. Él sólo se va a presentar: “Llamame como quieras, me conocen más por ‘Chino’ que por Vicente”. Y aprenda.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (Facundo Luque).-
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