El empate de Estudiantes como visitante fue lo único positivo que sumó Río Cuarto en la décima fecha. Atenas y Juventud Unida profundizaron sus crisis y deberán sufrir para mantener la categoría Este Federal B se está yendo a una velocidad supersónica. Todo pasa rápido, los partidos se van acumulando y las sensaciones de cada fecha duran poco en la memoria porque enseguida aparece la próxima jornada. En esa maraña de sucesos que vienen y que van, la fecha 10 pasará como una de las peores para los equipos riocuartenses. Lo único que quedó fue el punto de Estudiantes en Villa María; pero, salvo eso, ni siquiera goles pudieron gritar los simpatizantes de la ciudad.
Estudiantes sumó una buena unidad ante Alumni que lo deja en zona de clasificación. Ahora, el nivel del equipo sigue estando lejos de las expectativas que se tenían cuando empezó el certamen. De hecho, celebrar que el equipo está en zona de clasificación, con sólo un punto de ventaja a casi una rueda del final, habla a las claras de que las cosas no están tan bien como se pensaban en el arranque.
Atenas sigue acomplejado consigo mismo. El Albo no puede salir del mal momento y tampoco descubre por qué las cosas no salen bien. El pequeño rayo de luz que significó la victoria ante Juventud Unida ya se apagó. Otra vez está comprometido con el descenso y el domingo deberá sacar un buen resultado para no quedar con la soga al cuello.
El caso de Juventud Unida es parecido al de Atenas, pero parece más complicado porque los números están muy en su contra. El conjunto del sur de la ciudad se está desangrando y la derrota con Peñarol le tiro sal a la herida.-
Un poco de aire antes de volver
El empate de Estudiantes ante Alumni en Villa María es un buen resultado. La plaza Manuel Anselmo Ocampo venía siendo un bastión para el Fortinero, que había ganado todos sus partidos en este certamen. Hasta el puntero Racing sucumbió en ese estadio. Además, el punto le permitió al Celeste sortear de buena manera dos encuentros que en la previa parecián muy complicados, si añadimos el de Las Palmas del fin de semana anterior.
El panorama positivo para el equipo de Marcelo Vázquez se completa si se tiene en cuenta lo que se viene el domingo. El Celeste recibirá al golpeado Juventud Unida en su cancha, Sarmiento de Leones (que está dos puntos detrás) quedará libre, Alumni (también a dos unidades) visita al encumbrado Racing y Tiro Federal y Las Palmas (a uno y a dos respectivamente) se enfrentan entre sí. Por ende, si se da la lógica, Estudiantes puede salir muy favorecido.
Ante ese interesante panorama, el problema del Celeste es su propio juego. El equipo de la avenida España no ha tenido un gran desempeño en el torneo. Sólo la goleada ante Peñarol y algunos tramos de otros encuentros, como el debut ante Alumni y el triunfo ante Las Palmas se pueden destacar. No hay que olvidar que si bien estos últimos dos resultados de visitante calmaron un poco el ambiente, el último partido de local en el Candini terminó con los simpatizantes insultando al entrenador. Aquella demostración dejó claro que no sólo se trata de ganar, sino que hay que hacerlo de una determinada manera.
La prueba del domingo será interesante para los de Vázquez, ya que enfrentarán a un rival que viene en plena crisis. La meta no debe ser sólo ganar, debe hacerlo con claridad para alejar totalmente los fantasmas. De hacerlo sin demostrar superioridad, conseguirá seguir bien desde lo numérico, pero no conformará del todo a la gente. Los simpatizantes ya mostraron su disconformidad, algunos sin ir a la cancha (las imágenes del estadio Ciudad de Río Cuarto con sus tribunas a medio llenar, excepto en el clásico, dan lastima) y otros haciéndo sentir sus reproches.
El objetivo de Vázquez y los suyos el domingo será confirmar su levantada con un triunfo claro ante su gente.
El calvario no termina
La combinación de la victoria ante Juventud Unida y la benévola sanción del Tribunal de Disciplina generó en el inconsciente colectivo la sensación de que en Atenas estaba todo bien. La ilusión de un renacimiento hizo olvidar a todos que el equipo de Bringas no había encontrado su funcionamiento incluso antes del escándalo en Morteros y las expulsiones.
El miércoles ante Sarmiento de Leones se vio al equipo que había caído ante Racing, justo antes de que llegara el famoso partido dirigido por Marcos Romera. El Albo sigue sin encontrar su juego, no puede hallar la manera de tener la pelota y pierde la siempre la mitad de la cancha.
Con los goles de Morel Rodríguez y Méndez, Atenas dejó ir la última chance que tenía por pelear por otra cosa que no fuera el descenso. La esperanza de tener una recuperación impactante que habitaba en su gente se derrumbó como un castillo de naipes. El enojo de los simpatizantes se palpaba y las heridas siguen abiertas.
La decisión de Darío Bringas de no incluir a Facundo Quiroga, que había jugado un gran partido ante Juventud Unida, llamó la atención. Además, el detalle de que el partido se quiebra cuando Atenas modifica su estructura es clara responsabilidad del entrenador. Está claro que el técnico buscó ser más ofensivo, pero el ingreso de Reynoso y las variantes tácticas que trajo aparejadas no le hicieron para nada bien al equipo.
Con todo esto en las espaldas, a Atenas no le queda mucho tiempo para lamentarse. El domingo debe sí o sí traerse algún punto de Córdoba ante Argentino Peñarol. Una derrota en el Trampero de barrio Argüello generará un torbellino de presiones nada saludable para un equipo que debe calmarse y reordenarse.
Para el duelo ante el Millonario cordobés Darío Bringas no podrá contar con Fernando Morán, expulsado ante el Demonio. Una opción es que la Joya Quiroga ocupe ese lugar, pero entre hoy y mañana llegará la confirmación.
El partido empezará a las 16 y será dirigido por Pablo Astudillo, de Pascanas.
No se puede poner de pie
En estos quince días, Juventud Unida parece un boxeador al que no lo dejan ponerse de pie. Cada vez que quiere estabilizarse, los rivales le dan un nuevo golpe. Le pasó con Atenas, al que empezó venciendo, para luego caer dejando una muy mala imagen. Ahora lo sufrió ante Peñarol; cuando parecía que por lo menos se llevaba un empate y mantenía la distancia, el conjunto de “la docta” lo terminó derrotando. El gol de Joel Manzanares fue como un gancho directo que castigó una zona que ya venía bastante herida.
El equipo dejó pasar tres partidos en los que podría haber dado un vuelco a su situación en la Zona B (Atenas, Sarmiento y Argentino Peñarol). El futuro será tratar de sumar ante equipos que están pensando en la clasificación, para llegar con chances de mantener la categoría al enfrentamiento con Atenas. Antes de eso, deberá medirse frente a Estudiantes, recibir a Racing y visitar Morteros para chocar con el duro Tiro Federal.
La misión será sobrevivir como sea a ese difícil itinerario que comenzará el domingo desde las 17 en el estadio Antonio Candini.
Para ese encuentro ante Estudiantes, Grassi ya sabe que no podrá contar con el desafectado Mauricio Del Cero. Habrá que ver quién termina reemplazándolo.
La buena noticia para el técnico será la habilitación del goleador Germán Gigena. El delantero cumplió con sus cuatro fechas de suspensión y tendrá que volver a ser el referente en ataque de un equipo que no carece de potencia ofensiva.
Dar el golpe en el Candini es lo que aparece en la cabeza de todo Juventud Unida. Si lo logra, podrá poner fin al castigo y se pondrá de pie revitalizado.
Así están las historias de los equipos riocuartenses en el Federal B. A su modo, ninguno de los tres están cumpliendo las expectativas con las que empezaron el torneo. Estudiantes está clasificando, pero mostrando muy poco de lo que prometió. Atenas está lejos de ser el protagonista que pretendía ser y Juventud no consiguió hacer pie en la categoría. La décima fecha fue el reflejo de esa realidad. La cosecha fue un punto sobre nueve en juego y sin ningún gol a favor.
FUENTE: (Agustín Hurtado) - (http://www.puntal.com.ar) - FOTOS: (Marcelo de la Torre/Archivo).-
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