No tiene motor pero su velocidad es digna de la Fórmula Uno y así batió una plusmarca global de tracción a sangre. El ciclista francés Eric Barone estableció el nuevo récord mundial de velocidad en bicicleta sobre la nieve gracias a sus 228 kilómetros por hora en la pista de esquí de Varse en los Alpes galos.
A sus 56 años cumplidos a principios de noviembre pasado y a modo de despedida ya que estos 227,72 km/h marcaron su retiro de las pistas, este deportista extremo francés superó por cinco kilómetros el récord mundial hasta ahora vigente que él mismo había alcanzado a fines de marzo de 2015 en estas mismas laderas del sur galo donde se consolidó aún más como el hombre más veloz arriba de una bicicleta sobre la nieve.
Popularmente conocido como El Barón Rojo, utilizó una bicicleta carenada aerodinámica fuera de serie con elementos específicos para deslizarse sobre hielo tal como ya lo había hecho en el Monte Fuji de Japón, en las cumbres del Mauna Kea y Klauea de Hawaii en los Estados Unidos, el volcán Etna de Italia y el Nevado de Toluca en México.
Con pasado laboral de doble de riesgo en la industria del cine de acción donde trabajó en películas de acción protagonizadas por estrellas de Hollywood como el estadounidense Sylvester Stallone y el artista marcial belga Jean Claude Van Damme, este actual propietario de una compañía de turismo aventura también cuenta con el récord mundial de velocidad en bicicleta sobre tierra gracias a los 172 kilómetros por hora que alcanzó en el Cerro Negro en Nicaragüa donde el casco le salvó la vida tras la caída sufrida cuando se le rompió la dirección de su bicicleta de fibra de carbono.
En esa oportunidad mejoró los 165 kilómetros por hora que, a mediados de 2011, alcanzó Markus Stöcl en ese mismo escenario centroamericano y que ahora están considerados como la plusmarca global con una bicicleta convenional de serie.
De esta forma, Eric Barone alcanzó la mayor velocidad de la historia del ciclismo sin recurrir otra ayuda que las pendientes del terreno y su técnica para maniobrar sin perder el equilibrio. El ciclista profesional holandés Fred Rompelberg llegó a los 268 kilómetros por hora pero pedaleó a rueda de un dragster, un automóvil para carreras de arrancones que le fue cortando el viento. A su vez, el ciclista británico Bruce Bursford pedaleó a 334,6 kilómetros por hora aunque lo hizo arriba de una bicicleta estática cuyas ruedas giraban sobre unos rodillos.
FUENTE: (http://www.eldepornauta.com.ar).-
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