Se vienen días decisivos en el "celeste" tras el fracaso que significó no haber logrado el ascenso a la tercera categoría del fútbol argentino.- La jornada del primer domingo de febrero de 2015 se presentó calurosa. La tarde-noche invitaba a quien es futbolero a concurrir al estadio “Ciudad de Río Cuarto”. Sin dudarlo, ritual de hincha. Invitar al hijo, ver cuánto hay en el bolsillo, pasar por la boletería y elegir la tribuna alta para ver en acción al “celeste del Imperio”.
Los resultados deportivos del primer cruce, y el primer partido de la semifinal, habían comenzado a poner diáfano un cielo tormentoso que cubría toda la Avenida España.
Tribuna que da a la Avenida España que comenzaba a llenarse. Sí, era esa misma que soñaron, pensaron, proyectaron y construyeron los dirigentes en la década del '50 y del '60. Los que querían ver a “su” Estudiantes jugar ante los “grandes”.
Trepar esos escalones, una vez más, traían a la mente aquella tarde-noche gloriosa para el fútbol de Río Cuarto cuando los había transitado por primera vez, hace ya cuarenta años.
Justo comenzaba el cuadrangular final del torneo Argentino de 1973 “Copa Dr. Adrián Beccar Varela” y Río Cuarto empataba en segundo turno con La Rioja.
Y como el fútbol es la disciplina deportiva más atrapante y convocante que tiene nuestro país, el marco me pareció aceptable. El estadio “no desbordaba” pero la concurrencia del público era como para el de una semifinal de estos tiempos.
Asociación Atlética Estudiantes en el camino de obtener el ascenso al Torneo Federal A tenía enfrente a 9 de Julio de Morteros. En el partido de ida el elenco riocuartense había ganado por 1 a 0 con gol anotado por Hernán Peirone.
A eso de las 20 horas aparece en lo alto del parapelotas del arco sur una bandera prolijamente realizada con la frase que reza: “Gualtieri no se va. Gracias por Tanto”.
Rápidamente les comento a quienes estaba en mi derredor. “Me parece que se apuraron. Es demasiado temprano. Si aparecía el domingo que viene previa a la final, está bien, pero hoy… (y en mi corazón quedó grabado lo que pensé en ese momento…….)”.
Del partido ya todos conocen cuál fue el resultado. Sólo recuerdo un aspecto: Lo que comenzó mal, casi en la mayoría de las veces termina peor. Esta temporada se inició con la derrota en el clásico ante Atenas, donde el técnico Ricardo Dillon expresó que los dirigentes se “habían borrado” y terminó con el técnico hablando loas de los dirigentes, y buscando razones para explicar el resultado deportivo en rendimientos individuales. En el medio, semanas y semanas para conformar un equipo que en el último partido no apareció.-
Y ahora, ¿quién toma el timón?
El lunes fue de llamados telefónicos para todos lados. Desde los distintos sectores que están cercanos al club
En esas charlas, se recordaba aquella asamblea general extraordinaria y quienes había estado presente entre los sesenta y algún socio más que posibilitaron a la actual comisión directiva reformular los Estatutos Sociales de la entidad y comenzar a negociar con privados la ejecución de un complejo hotelero - inmobiliario.
Todos los caminos conducían a que Estudiantes jugaba la final por el ascenso y se analizaba si perdía o ganaba ese partido. El escenario actual, si algún dirigente expresa que lo analizó, falta a la verdad.
Es que quienes están más cerca, más lejos, o son partes de la actual dirigencia veían al equipo de Ricardo Dillon jugando la final. Es que se había realizado una inversión importante en plantel como para pretender estar jugando ese partido.
Los resultados deportivos adelantaron el desenlace y hoy, o, se toma el camino del sálvese quien pueda o se produce un reagrupamiento y en elecciones directas y secretas de socios se encamina la vida institucional de la entidad social-deportiva más importante que tiene la ciudad de Río Cuarto.-
Tiempos futuros
Hablar de que un dirigente hoy sume consenso necesario para ser el próximo presidente entre los distintos y pequeños sectores que se mueven en derredor de la política de Asociación Atlética Estudiantes, es muy difícil, casi imposible.
Lo que sí en la grilla de nombres hay al menos cuatro para analizar: el primero es la continuidad de Roberto Gualtieri, donde sólo él lo define.
La segunda es que retorne quien lo dejó en ese cargo, Iván Rozzi; el tercero es el empresario de la carne y de medios de comunicación Alicio Dagatti y el cuarto, el dirigente Gabriel Russo, quien actualmente es una de las personas que viene acompañando en la gestión al empresario de la alimentación.
Dispuestas así las fichas, sólo hay dos escenarios posibles: si Roberto Gualtieri continúa, aún no ha tomado contacto con la prensa y no ha realizado expresión pública alguna, los otros tres candidatos posibles se encolumnarían y se sumarían en este nuevo proceso.
Si en cambio, es Iván Rozzi, puede que no tenga oposición y sume voluntades que hoy no están en cargos directivos.
Si por el contrario es Alicio Dagatti, podría contar con el apoyo de un grupo importante de socios y nombres de recambio que hoy no se sienten contenidos en el proyecto.
Por último, si se propone Gabriel Ruso, es muy factible que Alicio Dagatti o Iván Rozzi sean la oposición al actual dirigente “celeste”.
Los tiempos para la Asamblea General Ordinaria ya comenzaron a correr. Todo está encaminado para que el jueves 26 se lleve adelante y se defina el futuro dirigencial de Estudiantes y con ello se sepa cómo se afrontará el futuro de la entidad centenaria.
Dos urgencias deportivas: conformar el cuerpo técnico para el torneo local y definir si ese mismo cuerpo técnico y plantel serán la base para el próximo Torneo Federal B que comenzará en el mes de junio.
El silencio atronador con el que se fue la mayoría de los asistentes del estadio “Ciudad de Río Cuarto” el primer domingo de febrero de 2015, fue el más claro mensaje que deberán saber escuchar los dirigentes que tendrán la difícil tarea de recomponer la estantería por Avenida España.
Un equipo conformado con jugadores que le insumen un presupuesto mucho menor al que tuvo Estudiantes le dio un baño de realidad institucional, porque si el cabezazo de Colazo que pegó en el palo y la excelente repentización de Ruffini para tapar en segunda instancia el remate del mismo delantero “celeste” hubiese terminado en gol, hoy, estaríamos hablando del resultado deportivo y se hubiese dejado una vez más en segundo plano la grave realidad institucional.-
FUENTE: (Carlos Alberto Valduvino) - (http://www.puntal.com.ar) - GRÁFICO: (Internet).-
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