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martes, 3 de febrero de 2015

FÚTBOL: TORNEO FEDERAL B: La hora más difícil - FUENTE: (Nicolás Russo) - (http://www.puntal.com.ar).-

Estudiantes sumó un nuevo fracaso deportivo y por la Avenida España se vienen vientos de cambio. En el medio de la desazón, el panorama es sombrío.- 
Impotencia y resignación. Desilusión y dolor. Palabras. Sensaciones. En medio de todos esos sentimientos Estudiantes en su conjunto léase jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas transitó y continúa transitando el post eliminación y el consecuente sueño trunco de ascenso.
¿Qué decir que no se haya dicho? ¿Cómo encontrar explicaciones cuando no las hay? Muchos interrogantes pero una realidad que duele cada vez más, porque el tiempo pasa y no hay síntomas de crecimiento, tanto en lo deportivo como en lo institucional.
Análisis y balances que se repiten. Por más que le pese a muchos, la palabra fracaso, inevitablemente, entra en escena. Estudiantes otra vez se quedó con las manos vacías. Otra vez vio cómo el objetivo que perseguía se esfumó. Otra vez deberá seguir penando en un torneo que no deja de devaluarse temporada tras temporada.
Tal vez nada ni nadie hacía presagiar este desenlace, mucho menos luego del triunfo conseguido de visitante en la ida. Pero el fútbol es así. Impredecible y sin lógica alguna. Una mala noche y todo el esfuerzo de una temporada se termina yendo por la borda. Y algo o mucho de eso le ocurrió el domingo en el 0-2 ante 9 de Julio.
Jugó mal. Fue predecible como equipo. Las individualidades no pesaron. Los de mayor experiencia estuvieron ausentes. Para colmo de males, las lesiones le terminaron jugando una mala pasada. Jaime inactivo desde hace un buen rato. Foglia que ya venía arrastrando una molestia y llegó hasta donde pudo. Sin la dupla de centrales titular, Garro y Scoponi terminaron conformando la zaga.
La eliminación ya no tiene vuelta atrás. Y en el medio de tanto dolor, la pregunta obligada es qué pasará con Estudiantes a partir de ahora. Es indudable que se vienen cambios, aunque por ahora las dudas son muchas más que las certezas.
El primer interrogante surge a nivel dirigencial. El presidente Roberto Gualtieri, siempre a través de trascendidos porque nunca se pronunció al respecto, había dejado entrever que daría un paso al costado.
El domingo, llamativamente, apareció en la cabecera que habitualmente ocupan “Los Leones” una bandera pidiendo por la continuidad del empresario. ¿Habrá sido una movida política? Difícil saberlo, menos aún con el marcado hermetismo que asiduamente rodea a Estudiantes.
Si Gualtieri no sigue, tres nombres pugnan por ocupar el sillón presidencial. Alicio Dagatti, empresario de la carne y de la televisión, hoy por hoy pica en punta. Los otros candidatos son Iván Rozzi, el antecesor del actual mandatario, y Gabriel Russo, integrante de la comisión directiva y uno de los hombres más ligados al plantel. 
Sea quien sea el nombre que comande los destinos de la institución, está claro que lo espera una ardua tarea. Una de ellas, tal vez la más importante hasta que arranque el próximo Federal B, es empezar a acomodar el desorden generado, en gran parte, por aquel codiciado proyecto hotelero inmobiliario que terminó siendo no más que una promesa incumplida.
Era el caballito de batalla de la gestión Gualtieri pero todo quedó en la nada. Desde el vamos estuvo mal barajado y nunca se dio mayor información al respecto. Con el paso del tiempo, el desenlace, inevitable por cierto, se veía venir. Chau proyecto. De la noche a la mañana, se dio por concluido un emprendimiento que nunca había empezado.
A mediados de noviembre, la dirigencia solicitó a través de sus asesores letrados la restitución de la sede, como así también le exigió al grupo inversor que las instalaciones sean devueltas en el estado en que fueron entregadas en su momento. Pasaron casi tres meses y todo sigue igual.
La fachada del club duele con sólo mirarla. En el lugar todo es desolación. Los carteles publicitarios que apaciguan, por decirlo de alguna manera, el calamitoso estado de la sede. Vidrios rotos y una construcción cada vez más deteriorada. Así está el club hoy.
En lo deportivo, el panorama es más o menos igual. O más complicado tal vez, porque tras esta nueva frustración, y hasta que se resuelva la situación dirigencial, resulta difícil dilucidar qué ocurrirá hasta que la pelota vuelva a rodar.
Por lo pronto, se presume que se vienen cambios en cuanto al plantel respecta. En las últimas dos temporadas Estudiantes tuvo, sin duda alguna, uno de los presupuestos más caros de la categoría. Pero no alcanzó. En Puerto Madryn se resignó a ver cómo lo despojaban ilícitamente del ascenso. Y el domingo, 9 de Julio de Morteros se encargó de sepultar las ilusiones del pueblo “celeste”. 
Si bien es prematuro, resulta difícil imaginar que la dirigencia de turno decida nuevamente redoblar la apuesta. Por ese motivo, se presume que, pensando en lo que viene, la sangría de jugadores será importante. ¿Alguno de los foráneos seguirá? ¿Qué pasará con el cuerpo técnico? Preguntas y más preguntas que por ahora carecen de respuesta.
Estudiantes necesita imperiosamente reestructurarse, reinventarse. Ya no se puede vivir del pasado. Los Nacionales de la década del '80 fueron la parte más rica de la historia deportiva del club. De aquel momento de gloria a este presente lleno de incertidumbre transcurrieron más de treinta años. Sin dudas que mucho tiempo, demasiado.
Mientras otros crecen, Estudiantes sigue empantanado. Camina sobre arenas movedizas. Retrocede más de lo que avanza. Y los resultados, tanto a nivel deportivo como dirigencial, están a la vista.
Hasta el hartazgo se puso como ejemplo a clubes de ciudades más pequeñas que tienen la dicha de estar en categorías superiores. ¿Cuántas veces se habló de Atlético Rafaela? ¿O de Crucero del Norte? La lista podría seguir casi indefinidamente.
Con el arribo de Gualtieri a la presidencia la mano parecía cambiar. Pero todo continuó en la misma sintonía. El empresario no dudó en afirmar que el objetivo era llegar a la B Nacional. Puso a disposición una estructura económica que Estudiantes hacía mucho tiempo no gozaba. 
Claro que no alcanza sólo con dinero. Se necesitan muchos otros atributos. Ante todo, un orden dirigencial que Estudiantes no tuvo. Aún se recuerda aquella pomposa presentación de la comisión directiva. En la foto había caras al por mayor. Muchos dirigentes. Una sub-comisión de fútbol y hasta un manager. Pero uno a uno fueron abandonando el barco. Y quedaron pocos, los menos.
Se necesitan ideas nuevas que deben abarcar no sólo lo deportivo, sino también lo institucional. Un proyecto a mediano y largo plazo. De nada sirve trazar metas rápidas que no tengan sustento en el futuro. 
Hoy Estudiantes transita su hora más difícil. La incertidumbre reina por la Avenida España. El cimbronazo que significó la eliminación inevitablemente traerá consecuencias. Febrero comenzó con el desenlace que nadie imaginaba. Febrero terminará, si se respetan las fechas anunciadas en su momento, con la asamblea que podría definir las nuevas autoridades. ¿Qué pasará?
FUENTE: (Nicolás Russo) - (http://www.puntal.com.ar).- 

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