Misión cumplida. Para el entrenador, el objetivo era clasificarse al Mundial de la categoría y lo que se jugarán mañana, el pase a los Juegos Olímpicos, es de “yapa”.-Por Hugo García:
Sufrió, gritó y se “quebró”. Vivió esa instancia en la que la emoción supera la investidura. ¿O acaso Humberto Grondona no gritó a la cámara el empate angustioso ante Colombia como si fuera un jugador más? La misma emoción que demostró al consumarse el 2-0 ante Brasil y el triunfo por goleada 3-0 frente a Paraguay, el que determinó la clasificación al Mundial de la categoría en Nueva Zelanda, que se disputará del 30 de mayo al 20 de junio de este año.
Ahora su voz ofrece la del alivio que sucede al deber cumplido. Al fin y al cabo así se lo planteó. Y ahora que el Sub 20 argentino clasificó al Mundial de Nueva Zelanda, este sábado puede meterse en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. “Lo que viene es de yapa. Pero va a estar lindo el partido del sábado (por mañana) ante Uruguay. Es un partido bravo, pero el clásico es con Brasil”, le dijo a Mundo D, desde Montevideo, el entrenador de los pibes argentinos que están muy cerca de ser los mejores de Sudamérica.-
"La selección argentina fue la que mejor jugó. La que más situaciones creó y la que más goles convirtió", comenta Grondona, sobre la actuación hasta aquí de la Sub 20.-
–¿Cuál es su sensación?
–Felices porque logramos el objetivo. Lo fundamental era lograr la clasificación al Mundial y estar peleando el título del Sudamericano. Si bien es un torneo por puntos, siempre es bueno verse ahí arriba. Y bien, porque la selección argentina fue la que mejor jugó. La que más situaciones creó y la que más goles convirtió. Ganamos en forma contundente. Esto nos mucha tranquilidad para lo que viene. No solamente para el partido con Uruguay sino para el Mundial.
–Ahora se lo nota tranquilo...
–Ja... Grité el 1-1 con Colombia porque era clave. No merecíamos perder. Ese punto resultó muy valioso para estar primero en este hexagonal final. Tenía mucha bronca porque íbamos e íbamos, y tranquilamente podríamos haber recibido el segundo. Recordé cuando con Talleres le ganamos a Independiente Rivadavia de Mendoza, en la Boutique. Lo grité de la misma manera. Era un gol clave para nosotros. Todo lo que se venía entrenando en el predio se pudo desarrollar más en Montevideo que en Colonia (por la Primera Fase) con un campo de juego muy bueno en el Parque Central y en el Centenario también. Cuando tenés una cancha buena los jugadores pueden jugar bien.
–¿Miró al cielo?
–Siempre. A mi vieja la tengo presente cuando me ataca el rival. Y me ayuda. La pelota pasa lejos. Mi viejo, igual. Están siempre. Sé que están contentos, felices con esto. Si bien no están físicamente, los llevo en el alma y en el corazón. Lo tengo claro. Como el apoyo de mi mujer y las nenas. Ahora ya sabe que voy a Mar del Plata. Están esperando para que vayamos a caminar juntos por la playa, para ir a comer. Y este momento lo voy a disfrutar, tras este mes de angustia y de presiones que hemos tenido.
–¿Qué objetivos de juego cumplió el equipo?
–Se juega bien. Argentina juega bien. Desde un principio planteamos un juego muy agresivo. De ir a buscar el partido. Teníamos los elementos. El rival no aguanta. Tanto vas, tanto buscas. Erramos en algunos aspectos, pero no pueden sostener el ritmo de Argentina. Por eso liquidábamos los partidos en los primeros tiempos. Salimos a buscar el partido desde el inicio. Eso sorprende, pero estábamos preparados para eso. Me gustó. Tengo los jugadores, pero siempre me gusta ir al frente. Me gusta proponer. Buscar esas emociones que viví como técnico de Talleres. Vas tanto que al final, ganás. Esa era la idea cuando empezamos. Y lo seguiré haciendo. En la conferencia de prensa, el DT peruano dijo que Argentina ganó por ser un gran equipo. El de Brasil, dijo que habíamos sido los mejores; lo mismo que el de Paraguay. Entonces debemos ser un gran equipo. Tenemos el mejor ataque, la defensa menos batida, el goleador y el mejor arquero. Tenemos todo, sólo nos falta tener al mejor panchero, ja. Es un logro de los chicos.
–Dirigir profesionales es cada vez más difícil porque se busca el rédito inmediato. ¿Y cómo se ha trasladado eso a los pibes? ¿Qué nota?
–Y... no es fácil. Entre dirigir mayores y menores, prefiero a mayores. Es diferente. Detrás de cada jugador menor hay 200 personas. Eso es un lío bárbaro. Están, viajan. Los ves. Les opinan. Que jugaste bien, que jugaste mal. Y la Play, y el celular. Que esto y lo otro. No es fácil dirigir chicos. Por suerte tengo un grupo excelente que entienden cómo es la historia. Hace cuatro años que estamos juntos y se portan bien.
–¿Qué importancia le da a este logro?
–Como el Sudamericano de San Luis que fuimos campeones. La Supercopa con Independiente, la participación en una Supercopa con Racing cuando recién arrancaba como entrenador, lo feliz que fui en Talleres al que dejamos en segundo lugar. Mi primer partido como DT fue en Mandiyú, pero estaba en dupla. El debut sólo fue en Racing, un 4 de mayo de 1992. Fue en cancha de Quilmes. Ganamos 2-0 y fue el inicio de una racha de seis partidos que nos llevó a la liguilla. Tenía 30 años y era Racing.
–¿Qué sigue?
–Es difícil el partido del sábado (por mañana). Están nerviosos, acá. Hay que tener cuidado. Lo toman como algo patrio. Voy a tratar de armar el mejor equipo posible. Sin traicionar lo que venimos haciendo. Quizá se sorprendan con el equipo que voy a armar. Lo que venga es de yapa. Por eso me quiero divertir el sábado (por mañana).
–Los chicaneó al decirles que el clásico es con Brasil…
–La rivalidad es con Brasil. Acá, en Uruguay, somos como hermanos. Viví dos años acá.
–¿Se despide ahora o en el Mundial?
–Nos vamos para el Mundial. Será en mayo. Son 15 horas de diferencia. Hay que ir antes para la adaptación del grupo. Habrá un tiempo de descanso porque los pibes tienen que volver a sus clubes. La mayoría a Primera División. Uno los verá jugar y analizaremos los casos de otros pibes que pueden estar.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar).-
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