Prigioni hace de todo. Hoy va a apagar las luces del estadio cuando se vayan los aficionados”, graficó Álvaro Martín, el reconocido relator de ESPN para América Latina, en un momento en que el “9” de los Knicks bajó un rebote y trasladó la bola al tranquito, con toda su sapiencia.
Pasarán los años para dimensionarlo. Sólo el tiempo pondrá en su lugar lo que ocurrió anteanoche en el mítico Madison Square Garden: en el corazón de Nueva York, más de 19 mil personas se rindieron a los pies del cordobés Pablo Prigioni, que se retiró ovacionado, mientras los aficionados coreaban, con dificultad para pronunciarlo, “¡Pablou, Pablou!”.
En un estadio que es algo así como la meca del básquet del país de los inventores del básquet, y en los playoff de la Liga de básquet más poderosa del planeta, Prigioni tuvo su noche de gloria: el riotercerense convirtió 10 puntos (con efectividad absoluta: 2/2 dobles y 2/2 triples), repartió cuatro asistencias y tomó cuatro rebotes, y fue factor determinante para que New York Knicks derrote a Indiana Pacers 105 a 79, en un juego que igualó 1-1 la serie de semifinales de la Conferencia Este de la NBA, que continuará el sábado en Indianápolis.
Faltaba 1m24s para el final del partido –la quinta victoria más amplia de los Knicks en playoff en su historia– y llegó el momento inolvidable: con el juego liquidado, y después de un cuarto de ensueño para el cordobés (ocho puntos tres asistencias, tres rebotes y una tapa en ese período), el técnico Woodson lo mandó a descansar y el público lo premió con unos segundos que pasarán a la eternidad del básquet argentino.
Porque, con una mano en el corazón, ¿quién imaginaba a uno de los nuestros, aclamado en un equipo que es el Boca de la NBA? Prigioni, que volvió a ser titular, fue un imán para los elogios de los Knicks.
Sobre todo, de la figura Carmelo Anthony. “Lo suyo es espectacular. Está metido en todas las facetas, llevando el balón y ejerciendo presión en la defensa”, dijo “Melo”, el goleador (32 el martes), quien agregó: “Lo ven así callado, pero es un asesino en el ataque”.
Medido, el argentino dijo que la ovación fue un momento muy bonito, pero resaltó lo colectivo. “Estaba demasiado metido en el juego y estaba contento.
Es un partido que necesitábamos. Teníamos que ganar como sea, pero sobre todo ganar jugando bien”, dijo, en Basket4us, el cordobés, que fue titular (con siete, es el argentino con más juegos en el quinteto inicial en su primera temporada NBA) y elevó a 20-5 el balance de victorias y caídas cuando Woodson lo pone desde el arranque.
Curtido en juegos calientes en Europa y en la selección, a Prigioni sólo le faltaba mostrarlo en este escenario.
“Lo único que es novedad es hacerlo aquí, en la NBA, con un equipo como este y en momentos importantes”, dijo Prigioni, ese cordobés que usa la “9” como Milanesio y que obligó a los neoyorquinos a destrabar la lengua para gritar “¡Pablou, Pablou!”.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (AP).-
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