El partido de sexta división de AFA terminó en una brutal pelea que no incluyó a los jugadores, sino que siguió con los padres peleando fuera de la cancha.-La violencia es moneda corriente en el fútbol y ya no sorprende que lo que, en principio, iba a ser un espectáculo deportivo, termine en un episodio violento.
El último fin de semana, en Buenos Aires volvió a ganar el descontrol. En un partido de divisiones inferiores entre Vélez e Independiente, se agarraron a piñas los jugadores y el papelón no terminó ahí: siguieron peleando los padres fuera del campo de juego.
Los chicos, de ¡17! años, fuero un fiel ejemplo de lo que no hay que hacer en el fútbol, que volvió a perder.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar).-
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