Estudiantes esta viviendo un momento especial y de eso no quedan dudas. Ls 31 fechas que pasaron hasta aqui de la presente temporada vienen alimentando el sueño de llegar a disputar la B Nacional la próxima temporada y conseguir así para todo el fútbol de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto el lugar que uno presume se merece en el mapa del fútbol nacional.
Más allá de la victoria ante Crucero del Norte -con la yapa del recuerdo del ascenso del 2009 ante el mismo rival con una serie que se definió con las mismas características- y de tener que comenzar a pensar en Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, la comunión de la gente con este grupo de jugadores es palpable y eso hace que se vivan momentos muy emotivos, como los de la victoria ante el Colectivero en el Candini.
Los más pretenciosos hinchas y periodistas pasarán horas y horas hablando de la táctica y estrategia de este equipo (párrafo aparte para la labor de Marcelo Vázquez y su grupo de trabajo al que en su llegada se lo criticaba por tener un rótulo de defensivo que hace ya mucho tiempo cambió en mi concepción por la de un estratega que, además de conocimientos de fútbol, tiene esa picardía necesaria que en los jugadores se suele llamar potrero y en su caso no es más ni menos que ser un estudioso de la materia y de las categorías en las que le toca transitar), en nuestro caso entendemos que el secreto pasa por otro lado y pensamos que es por las raíces sólidas que sostienen este presente que hoy está viviendo el León.
En la vuelta ante Crucero del Norte el conjunto riocuartense saltó a la cancha con 10 de los 11 titulares que venían de jugar la pasada temporada en el Federal B.
Salvo Marcos Lamolla, el capitán de la noche, el resto de los futbolistas que eligió Vázquez para esta complicada parada subieron de categoría de la mano del recordado ascenso de diciembre de 2016 (en este grupo se puede hacer la salvedad de Nahuel Cainelli, quien llegó después del ascenso, pero proveniente de Tiro Federal de Morteros, equipo que había sido rival de Estudiantes es esa cuarta categoría del fútbol argentino).
Después Peralta, Maffini, Sesma, García, Cabrera, Zbrun, Comba, Reynoso y Sepúlveda son jugadores que están en el club desde hace ya más de dos años y son los artífices necesarios de este gran presente de la institución de la avenida España.
¿Esta situación en una casualidad? Queda claro que no, ya que si algo caracteriza a este presente de Estudiantes es el poderío económico que le hubiera permitido, luego de la llegada a este Federal A, poder cambiar masivamente al plantel e ir en busca de jugadores “consagrados” o con “conocimiento de la categoría”, pero optó por potenciar lo que tenían y apostar a lo que tantas veces se ponderó desde adentro del club: “un buen equipo conformado por un gran grupo humano”.
Esta decisión tiene dos responsables claros. Primero los dirigentes que creyeron en la continuidad del cuerpo técnico y tuvieron un rol determinante en lo que debe hacer una dirigencia, que es acompañar los pedidos del entrenador, pero siempre estando involucrados en la llegada de los jugadores y la conformación de los planteles, ya que ha pasado en sobradas oportunidades en el club que se trae a algún DT que viene con sus futbolistas en el bolso, no le van bien las cosas y se va a otra institución dejando en el club todos los lastres de sus malas contrataciones (en muchos casos ni siquiera llegaron jugadores en condiciones de salir a la cancha a defender los colores de una club tan importante como este).
Y el segundo responsable es el cuerpo técnico que, fiel a sus convicciones, defendió a sus jugadores y dijo claramente quiénes estaban para seguir y evolucionar junto al club en una categoría superior.
Ninguno de los 10 jugadores que el sábado saltaron a la cancha como titulares, al igual que aquellos que conforman el plantel y se quedaron afuera de la cita, hoy son los mismos que lograron el ascenso (mucho menos aún los que llegaron al club para ese torneo o los que ya estaban en la institución de la avenida España).
El crecimiento futbolístico y humano de todos y cada uno de ellos ha sido exponencial y fue de la mano con el crecimiento del club. Así como uno concurre hoy a la cancha y se encuentra con un estadio remozado y cuidado; ve una institución con continuas modificaciones en su infraestructura tanto en el predio principal como en el Pablo Aimar, la segunda experiencia de los juveniles en los torneos de AFA, el crecimiento sostenido de todas las disciplinas deportivas del club que volvieron a tener injerencia en la vida institucional, entre otras cosas, ve a estos jugadores que crecieron futbolísticamente pero que además lo hicieron como personas.
Hoy Estudiantes es eso, un árbol con sólidas raíces que tiene como fruto más preciado el presente de su equipo principal al ser gran protagonista de un torneo tan exigente como este Federal A.
¿Se conseguirá el ascenso a la B Nacional? ¿Llegará la plaza mediante la tan mentada reestructuración de la segunda división? Son preguntas que se resolverán en las próximas tres semanas, en las que para poder responder la primera deberán transcurrir 360 minutos de este hermoso y no siempre justo deporte. Mientras que para la segunda habrá que someterse a la voluntad de los escritorios de la casona de AFA (que también muchas veces no terminan siendo justos).
Lo que sí queda claro es que cuando en agosto comience nuevamente a rodar la pelota y Estudiantes esté en la categoría que el destino le tiene reservada, no habrá que comenzar a plantar el árbol de cero, dejando de lado esta matriz autodestructiva que supo tener para darle paso a un proceso que va más allá del resultado deportivo y sus amargos sinsabores.-
Un escollo complicado
Sin tiempo para pensar y mucho menos para disfrutar, pasado mañana Estudiantes visitará a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, en una serie relámpago que en 5 días definirá si el León o el Granate estarán en la final por el segundo ascenso.
Sin el nombre, ni el poderío económico de Crucero del Norte, el conjunto de Villa Ramallo es quizás el único que rompe el molde en la categoría, ya que hace ya varios años viene trabajando con el mismo cuerpo técnico y se mueve en un entorno sin ningún tipo de presiones, y de esta manera puede desarrollar un juego vistoso tanto de local como de visitante.
El Celeste ya sabe lo que se va a encontrar y tuvo una muestra en el 0 a 2 de la primera fecha del Pentagonal final.
Ante ese rival buscará acercarse aún más al sueño de llegar a la B Nacional.
FUENTE: (Tristán Amado) - (http://www.puntal.com.ar) - FOTOS: (Mrcelo de la Torre/Archivo).-
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