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jueves, 31 de mayo de 2018

FÚTBOL: Guillermo Ariel Pereyra, un técnico de exportación - FUENTE: (Carlos Alberto Valduvino) - (http://www.puntal.com.ar).-

El riocuartense a los 31 años colgó los botines y hoy, con 38, asume la responsabilidad de ser el DT de Santamarina de Tandil. En su primera experiencia tiene un gran desafío en un equipo necesitado
Las imágenes de un niño con un muy buen porte físico, buena técnica, que no bajaba la cabeza para ubicar el elemento -la pelota- y que formaba parte de la categoría 1980 de Renato Cesarini de Río Cuarto es la foto que se transforma en la película de la niñez de Guillermo Ariel Pereyra (22/02/1980) en nuestro fútbol.
El paso por Estudiantes una temporada, después una historia por todos conocida como jugador profesional: River Plate, selección nacional, Mundial Juvenil, Mallorca y Real Murcia de España, Lokomotiv de Moscú, BSC Young Boys de Suiza y San Lorenzo para decirle, en el 2011, adiós a la trayectoria como jugador de fútbol.
Radicado con todo su entorno familiar definitivamente en Buenos Aires,  “El Guille”, como se lo conocía en las canchas de la Liga, aceptó la invitación de PUNTAL para hacer un recorrido por su profesión unas jornadas antes de que comience su nuevo rol en el fútbol profesional.
Recibido como DT Nacional en la Escuela de Atfa el año pasado, Guillermo -quien hasta el 2014 estuvo alejado del fútbol- volvió a “meterse” de a poco en la formación y dirección técnica, hecho que tendrá su puntapié inicial en la jornada en la ciudad de Tandil dirigiendo a Ramón Santamarina en la Primera B Nacional.
Junto con Leandro Burtovoy (ayudante de campo), Diego Riberí (preparador físico), Luciano Rodríguez (entrenador de arqueros) y Darío Curti -operador de videos- conforman el cuerpo técnico de uno de los equipos de la B Nacional que para la próxima temporada necesita sumar puntos para borrar la pobre campaña que concluyó recientemente.

Las fechas claras
Los años pasan y la generación de jugadores que en los 90 emigraron desde Río Cuarto hacia los clubes del fútbol profesional hoy ya comienzan a ser directores técnicos.
La clase 80 de Renato Cesarini (tenía entre otros a Franco Costanzo, Martinazo, Garay, Abrahan, Gigena, Leaniz, Barrionuevo, Sebastián Mariscotti, Rodrigo Siravegna y Pablo Rosatti) fue ganadora desde su aparición en la cancha chica. Brilló en el torneo internacional del Club Atlético Las Flores de Córdoba, en el que fue campeón, y además se coronó en el certamen internacional realizado en Santiago de Chile.
Así es como hoy es sumamente importante que estos jugadores continúen con sus lazos en el fútbol profesional.
“Lo importante para tomar esta decisión es tener las fechas claras”, comenzó reflejando Guillermo Pereyra a PUNTAL sobre el significado que tiene en él ser técnico de fútbol.
“Así cómo cuando debí dejar el fútbol porque no sentía las mismas ganas que tuve en un momento para entrenar y salir a la cancha, y por experiencias que no fueron positivas, a los 31 años dejé”, afirmó y rápidamente agregó: “Era joven, pero después de mi paso por Rusia, España y Suiza el regreso a Argentina no fue el mejor y ahí ya sí me decidí a dejar”.
“Primero me alejé totalmente del fútbol, por dos años no hice nada y después de a poco comencé a tomar contacto nuevamente -mi hermano Gerardo es representante de futbolista y Federico (el hermano menor) aún sigue jugando, está en Huachipato de Chile-. Así comencé a hacer el curso de técnico, ya recibido esperé el momento y llegó esta propuesta de Santamarina que nos interesó, así que el jueves -por hoy- estaremos en Tandil para conocer bien todas las instalaciones y comenzar la planificación de la temporada”, sostuvo un jugador al que se lo escucha muy seguro en cada una de sus definiciones.
Llega para asumir el lugar que dejó la dupla cordobesa integrada por Héctor y Alberto Arzubialde, que en la última temporada sólo sumaron 24 puntos en el torneo, con 5 partidos ganados, 9 empatados y 10 perdidos.
Para Guillermo Pereyra la “planificación de toda la temporada es lo más importante” y añade: “Es por ello que el jueves -por hoy- ya comenzaremos a trabajar, más allá de que recién allí comenzaremos a conocer todo el club y saber cuáles serán los jugadores con los que contaremos. Por lo que nosotros sabemos, en la nueva temporada no habrá modificación de la Primera B Nacional, y allí es donde debemos hacer un buen trabajo porque el fútbol cada vez más exige un conocimiento mayor y un plan de trabajo para los cuerpos técnicos sumamente profesional”.
No tendrá un comienzo fácil en su nueva actividad. Así como lo hizo desde que tomaba el colectivo en la terminal de ómnibus de Río Cuarto para viajar a Buenos Aires para encontrar un lugar en el fútbol profesional, hoy, con todo un camino ya recorrido y rodeado de todos sus afectos, Guillermo Pereyra inicia su carrera como director técnico.
Río Cuarto comienza a tener técnicos de exportación. Así como Pablo César Aimar está en el cuerpo técnico de la selección argentina juvenil de fútbol, en la próxima temporada Guillermo Pereyra también intentará buscarse un lugar en un sistema tan exigente y competitivo como es el fútbol profesional.
Desde Río Cuarto a Moscú: “Fue así. Por ahí me pregunté qué hago acá, pero el fútbol me formó como persona. A este deporte se lo debo. River fue mi escuela, no sólo porque terminé el secundario, el fútbol desde chico fue mi escuela. Así fue como cuando fue a Rusia no fue una buena experiencia en lo futbolístico, pero más allá de eso por el fútbol pude viajar, conocer, hacer amigos y hoy tener la posibilidad de estar cerca de comenzar un nuevo ciclo como técnico con la preparación y el conocimiento que se necesitan para el comienzo”.
Radicado en Buenos Aires: “Definitivamente junto con toda mi familia estamos en Buenos Aires. Gerardo -el hermano del medio- es representante (entre risas, el más vivo), Federico sigue jugando y lo hace en Huachipato de Chile, yo estoy en pareja y junto con mis dos niñas, una de 8 años y la bebé de 7 meses. Siempre cuando hablamos con mi hermano de nuestra niñez recordamos Renato Cesarini, Estudiantes y Gigena. Las vacaciones, ir a la casa de mi abuelo era una fiesta. Desde allí que hoy disfrutamos cada uno nuestra actividad junto con toda la familia”.
Amigos y recuerdos: “Tenemos siempre la nostalgia de lo que pasamos. Amigos y familiares que nos han quedado en Río Cuarto y Gigena. A ellos cada vez que podemos les hablamos o nos hacemos algún viaje de ellos hacia acá o nosotros para allá”.
El Mundial Rusia 2018: “Como hincha lo espero con mucha ilusión, en el que cada uno de los jugadores seleccionados pueda encontrar su plenitud futbolística para estar bien en la competencia. Se les reclama mucho a estos jugadores y en un corto tiempo deben encontrar un funcionamiento colectivo porque todos son excelentes individualidades. Colectivamente no llegamos como pueden estar Alemania, España o Brasil, aunque individualmente hay muy buenos jugadores como para estar ilusionados”.

 FUENTE: (Carlos Alberto Valduvino) - (http://www.puntal.com.ar).- 

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