Urú Curé se acercó un poco más a la clasificación a cuartos de final del Campeonato Nacional de Clubes, aunque aún no puede terminar de festejar un histórico pasaje a cuartos de final.
La derrota ante San Luis y la victoria de CRAI ante Los Tarcos estiraron la definición para la última fecha, donde los riocuartenses irán a Tucumán para jugar ante uno de los campeones del NOA sabiendo que además de sellar su pasaje a los playoffs, una victoria los dejará con el mejor registro del grupo y la chance de ser local en cuartos de final.
Si en la previa se sacaban cuentas y de los primeros 20 puntos un equipo sacaba 16 (lo que hizo la Lechuza en los primeros cuatro partidos) ni los más pesimistas pensaban que no tendría la clasificación asegurada, pero la muy mala performance de Los Tarcos, quien no le sacó puntos a ninguno de los rivales del grupo, hizo que Urú, San Luis y CRAI llegaran a la última fecha con buena cosecha de unidades y con chances de llegar a cuartos de final.
¿Puede Urú Curé quedarse afuera del grupo de los 8 mejores? Parece imposible que los riocuartenses no estén en cuartos de final, pero las matemáticas son implacables y siempre 2+2 es 4.
Para no tener que jugar el sábado en Tucumán pendientes de lo que ocurra en Santa Fe entre CRAI y San Luis, Urú Curé tiene que ganar y asegurarse el “uno”. Pero si pierde, comenzará a tallar lo que pase entre Gitanos y Maristas.
La derrota ante San Luis y la victoria de CRAI ante Los Tarcos estiraron la definición para la última fecha, donde los riocuartenses irán a Tucumán para jugar ante uno de los campeones del NOA sabiendo que además de sellar su pasaje a los playoffs, una victoria los dejará con el mejor registro del grupo y la chance de ser local en cuartos de final.
Si en la previa se sacaban cuentas y de los primeros 20 puntos un equipo sacaba 16 (lo que hizo la Lechuza en los primeros cuatro partidos) ni los más pesimistas pensaban que no tendría la clasificación asegurada, pero la muy mala performance de Los Tarcos, quien no le sacó puntos a ninguno de los rivales del grupo, hizo que Urú, San Luis y CRAI llegaran a la última fecha con buena cosecha de unidades y con chances de llegar a cuartos de final.
¿Puede Urú Curé quedarse afuera del grupo de los 8 mejores? Parece imposible que los riocuartenses no estén en cuartos de final, pero las matemáticas son implacables y siempre 2+2 es 4.
Para no tener que jugar el sábado en Tucumán pendientes de lo que ocurra en Santa Fe entre CRAI y San Luis, Urú Curé tiene que ganar y asegurarse el “uno”. Pero si pierde, comenzará a tallar lo que pase entre Gitanos y Maristas.
La solución
está en el juego
está en el juego
Más allá de analizar las variantes de resultados y lo que puede pasar el próximo fin de semana, Urú Curé se tiene que preocupar en mejorar su juego.
El sábado ante San Luis la Lechuza jugó su peor partido en mucho tiempo, ya que mermó en el distintivo que tiene este plantel: la entrega.
Se vio en la cancha del Marista un equipo que salió a ver lo que hacía su rival, siendo pasivo en los puntos de contacto, perdiendo llamativamente casi la totalidad de los line-out que arrojó y errando tackles que en este nivel no se pueden perdonar.
Además, profundizó el magro rendimiento de sus tres cuartos que el sábado parecía que no se podían dar un pase a dos metros de distancia.
Queda claro que poco se le puede exigir a este equipo y que no siempre se puede ganar y menos jugando ante los restantes 15 mejores equipos del país, pero esta experiencia deberá servir de enseñanza para entender que no se le puede regalar nada a ningún rival y que en Tucumán se medirá ante un Los Tarcos que jugará con la necesidad de ganar un partido en esta fase de grupos y no llegar tan desmoralizado a la lucha por la permanencia.
El sábado ante San Luis la Lechuza jugó su peor partido en mucho tiempo, ya que mermó en el distintivo que tiene este plantel: la entrega.
Se vio en la cancha del Marista un equipo que salió a ver lo que hacía su rival, siendo pasivo en los puntos de contacto, perdiendo llamativamente casi la totalidad de los line-out que arrojó y errando tackles que en este nivel no se pueden perdonar.
Además, profundizó el magro rendimiento de sus tres cuartos que el sábado parecía que no se podían dar un pase a dos metros de distancia.
Queda claro que poco se le puede exigir a este equipo y que no siempre se puede ganar y menos jugando ante los restantes 15 mejores equipos del país, pero esta experiencia deberá servir de enseñanza para entender que no se le puede regalar nada a ningún rival y que en Tucumán se medirá ante un Los Tarcos que jugará con la necesidad de ganar un partido en esta fase de grupos y no llegar tan desmoralizado a la lucha por la permanencia.
FUENTE: (Tristán Amado) - (http://www.puntal.com.ar) - FOTO: (Marcelo de la Torre/Archivo).-
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