El cordobés valora el trabajo del entrenador y dice que Argentina puede estar entre los ocho mejores del Mundial que se lleva adelante en Polonia.-Por Eugenia Mastri:
Un partidito a las cartas antes de dormir ayuda a terminar de “apagar” el cerebro y predisponerse para un buen descanso. El despertador sonará temprano para comenzar una nueva fajina, que incluye entrenamiento a las 9.30 y el inicio de la preparación para lo que se viene: la Australia del argentino Jon Uriarte, mañana desde las 8 de nuestro país. En ese contexto, después de ganarle a Camerún en las primeras horas de la tarde polaca de ayer, el capitán de la selección argentina de vóleibol, Javier Filardi, atendió a Mundo D, ya pensando en el reposo, pero con “una horita por delante” hasta reencontrarse con la cama.
La selección consiguió ayer su segunda victoria en el Mundial de Polonia y quedó cerquita de la clasificación a la próxima ronda, a la que accederán los cuatro mejores de los cuatro grupos en los que se divide la primera fase. Y aunque por puntos aún no está asegurado el pasaje, la ilusión de lograrlo en el próximo partido es muy grande.
El cordobés admite que ayer “había que ganar sí o sí, y por 3-0”, ya que ese triunfo les sirve a los dirigidos por Julio Velasco “para llegar mejor a los partidos que vienen”.-
“Australia tiene un opuesto muy alto y su juego pasa mucho por él. El partido dependerá de nuestro saque y del contraataque", describe Filardi.-
“El próximo, contra Australia, es un cruce directo para ver quién queda más arriba en la zona”, analiza el punta-receptor y evalúa: “Australia tiene un opuesto muy alto y su juego pasa mucho por él. El partido dependerá de nuestro saque y del contraataque. Nosotros en bloqueo y defensa tocamos mucho a todos los equipos, pero nos falta ajustar en ataque. No estamos cerrando bien los puntos, a excepción de González (José Luis, goleador ayer con 15 puntos), que es el que mejor está. Hay que mentalizarse de estar firme en contraataque si queremos vencer a las potencias”.
Sobre lo hecho hasta ahora por Argentina, el cordobés remarca: “La constante es que no mantenemos el nivel de juego durante mucho tiempo. Se nos complica y es más de la cabeza que de lo físico. Necesitamos tener un buen nivel durante los tres sets para ver si le podemos ganar a los equipos más grandes”. Y aunque ayer se reencontraron con la victoria, con el 3-0 a Camerún con parciales de 25-17, 25-18 y 25-23, el jugador de UPCN ejemplifica y se lamenta: “Nos pasó frente a Serbia, que era el partido en el que apostábamos a dar el batacazo. El primer set fue muy prolijo de los dos lados, el segundo fue muy bueno y lo pudimos ganar, pero después no lo pudimos mantener”.
Tras medirse con Australia, Argentina tendrá, quizá, el cruce más complicado de la primera fase. Será el domingo frente a una Polonia que viene líder invicta de la Zona A, y que despierta “una locura muy divertida cada vez que juega”.
“Polonia será un rival del estilo de Serbia, bien duro. Pero será una buena medida para ver qué chances reales tenemos de quedar lo más arriba posible”, valora el capitán.-
De la mano de Velasco
La llegada de Julio Velasco a la selección argentina generó una gran ilusión. El platense revolucionó el vóley de Italia y llevó a la Azzurra a ganar los Mundiales ‘90 y ‘94, cinco Ligas Mundiales y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta ‘96. A los 62 años le llegó su turno como entrenador en jefe del representativo de su país y Filardi ya nota su mano.
“Como entrenador le cambió la cara al equipo y busca una forma de juego a la que no estábamos acostumbrados que es cuidar la pelota durante todo el partido. El volumen de juego se mejoró desde que llegó. Julio confía en que podemos dar mucho más. Nosotros como equipo tenemos que confiar en eso, porque ha hecho buenos trabajos y muchas cosas nos dieron resultados. Si logramos mantener la mentalidad que nos pide Julio, van a estar resultados”, dice Filardi.
–¿Para qué está este equipo?
–Hoy está complicado decirlo porque quedan dos partidos bravos de la zona. Y después, en los cruces, tenemos que dar dos batacazos si queremos pasar a la fase final. Si logramos hacer un buen juego durante todo el partido y mantenemos un buen ritmo, hay chances de entrar entre los ocho mejores.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar).-
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