El goleador del Mundial ‘66, con la selección de Portugal, tenía 71 años y era considerado como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Llegó a opacar a Pelé a fines de los ‘60 y era embajador itinerante de la Fifa.-
Su imagen quedó asociada para siempre con aquel Mundial de Inglaterra ‘66, el mismo que los argentinos recuerdan por la expulsión de Antonio Rattín y el supuesto despojo del árbitro alemán Rudolf Kreitlein para beneficiar al seleccionado local. Fue el torneo que los ingleses organizaron para ganarlo y de hecho lo consiguieron. Pero para el mundillo futbolístico siempre será conocido como “el Mundial de Eusebio”, el legendario futbolista de la selección de Portugal fallecido ayer, a los 71 años.
En ese certamen, con Pelé destrozado por las brusquedades de búlgaros y portugueses, fue Eusebio quien se quedó con el trono que, se suponía, le correspondía al genial brasileño.
Nacido el 25 de enero de 1942 como Eusebio da Silva Ferreira en Lourenço Marques, por entonces capital de la colonia lusa de Mozambique, no necesitaba de la eliminación de O’Rei para consagrarse como crack en el Mundial londinense.
“La Pantera Negra”, goleador implacable del Benfica de Lisboa, le impuso en aquel año ‘66 un paréntesis al reinado de Pelé. Sus goles, nueve en total, lo consagraron como máximo anotador del campeonato, en el que la selección lusa finalizó en el tercer lugar, tras caer en semifinales ante el local, Inglaterra, en un cotejo que lo marcó por siempre. Años más tarde, él mismo aseguró que esa derrota, con “cosas extrañas”, le empañó el torneo. “Nuestra federación vendió aquel partido”, denunció sin vueltas.
Cuatro de aquellos goles los anotó en uno de los partidos más asombrosos e impactante de la historia de los mundiales: ante Corea del Norte, la sorprendente revelación de aquel torneo, que tras eliminar a Italia se había adelantado 3-0 en sólo 25 minutos de su partido por cuartos de final, ante Portugal. Ese día, 23 de julio de 1966, Eusebio se cargó el equipo al hombro y con cuatro tantos conseguidos en poco más de media hora, dio vuelta el marcador. Al final, los europeos se impusieron 5-3 gracias a otro gol de José Augusto sobre el cierre del cotejo.
Dos años más tarde, en 1968, sus 42 goles lo erigieron como Botín de Oro al mejor goleador de Europa, que aquel año se entregó por primera vez.
Consternación. “Eusebio era un embajador del fútbol y de la Fifa”, escribió en Twitter el titular de ese organismo, el suizo Joseph Blatter, quien agregó que “el fútbol perdió una leyenda. Pero el lugar de Eusebio entre los grandes nunca se lo quitarán”.
Por su parte, Cristiano Ronaldo fue otro de los que despidió al ídolo máximo del fútbol portugués desde su cuenta personal: “Eusebio siempre será eterno. Descanse en paz”, le dedicó en un mensaje por la red social Facebook, y pegó una foto en que están abrazados.
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar).-
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