“¡Cómo no voy a estar contento! Ya hace mucho tiempo, exactamente 44 años, que me fui de Sportivo Belgrano, pero uno siempre lo sigue y lo siente con mucho amor”. Enzo Trossero (60) admite el “sufrimiento” que le provocó seguir por televisión el partido entre el Verde de San Francisco y Santamarina de Tandil. Y también confiesa que el final feliz de la historia, que determinó el ascenso del club donde se inició como futbolista, significó “una explosión de alegría” para él.
–¿Cómo lo seguiste al partido?
–Sufriendo bastante en algún momento y disfrutando mucho en el final. El gol de Santamarina, faltando tan poco, fue un baldazo de agua fría. Ahí parecía que la cosa se hacía imposible, pero por suerte el árbitro dio ese claro penal y Aróstegui lo convirtió con una gran categoría. ¿Si festejé? Por supuesto. No grité demasiado pero inmediatamente me comuniqué con mi cuñado, que vive acá en Buenos Aires pero es de allá y sigue la campaña de Sportivo.
–¿Cuál es tu historia con el club?
–Yo llegué a Sportivo desde Esmeralda, un pueblito de Santa Fe que está a 25 kilómetros de San Francisco. Salía del Colegio San Martín a las seis de la tarde y me iba a entrenarme. A los 15 años debuté en tercera contra Tiro Federal de Morteros, con unos botines “Sacachispas”, y un año después pasé a la primera (su primer partido oficial fue el 31 de agosto de 1969, en Nueva Italia, 0-1 ante Racing), donde jugué dos años consecutivos. Siempre de “número seis”, y haciendo muchos goles de cabeza. Por entonces, la Liga Cordobesa era el segundo mejor torneo de Argentina. Me citaron de la selección cordobesa cuando tenía 16 años y “el Negro” Gómez, arquero de Talleres, me prestó los botines para que yo pudiera entrenarme; nunca lo olvido. En esa época también jugábamos muchos amistosos con Colón, Unión, Newell’s y Rosario Central. Me quisieron de Colón y de Newell´s, y terminó comprándome Colón.
–En tu vida jamás habrás imaginado a Sportivo e Independiente jugando el mismo campeonato.
–No. Nunca imaginé a Sportivo e Independiente juntos. ¡Es una cosa increíble! Pero no sólo por Independiente. Están Huracán, Banfield,... equipos que fueron campeones del fútbol argentino. Será espectacular. Esperemos que la gente de San Francisco acompañe al equipo.
–¿Cómo te “pego” el descenso de Independiente a la B Nacional?
–Mal, porque era algo que se veía venir. Hay personas que llegan al poder y se sienten intratables, soberbios, únicos. Creen que conocen todo y la verdad es que no saben nada. Es el caso de (Javier) Cantero. Por momentos lo vi muy solitario: no convocó a gente idónea para que lo asesorara en determinadas situaciones y se rodeó de inútiles. Yo critico a Cantero, así como critiqué a Bochini, que fue mi amigo de jugador pero hoy no aporta nada.
–¿La pelea con la barra desenfocó a Cantero del hecho deportivo?
–Tal vez. Pero eso es relativo porque, a excepción de un par de cabezas, los violentos siempre estuvieron. Independiente gastó muchísimo en contrataciones, aumentó su deuda un 20 por ciento, construyó apenas el 40 por ciento del estadio y se quedó sin patrimonio. La decadencia viene de 2003 pero se acentuó en los últimos años. Para mí, el club hoy está un poco a la deriva. Hay muchísimas desprolijidades.
–¿Te llamaron para dirigir cuando se fue “el Tolo” Gallego?
–El secretario del club me habló un domingo a la noche y me citó para el día siguiente al mediodía. Me reuní con él y otras dos personas, pero Cantero no fue. Me dijeron que tenía otros asuntos que atender. Ahí les dije que bajaba mi candidatura.
–¿Vas a la cancha a ver al Rojo?
–No, porque la gente me conoce y me quiere, y se generan suspicacias. Yo tengo mi vida hecha y si me llaman, me llaman. Yo no le ando mendigando a Independiente.
–En alusión a los últimos actos de violencia, Brindisi acaba de declarar que así será difícil ascender.
–Independiente no tiene dinero y muchos jugadores no quieren ir al club, sobre todo después de lo que vieron la semana pasada en la asamblea. Acá hay gente que quiere ayudar al club, y gente poderosa, pero, por lo que se ve, el presidente no quiere que lo ayuden. Es un círculo vicioso. Y para volver a Primera División se necesitan jugadores.
–Jugaste en Sportivo e Independiente y dirigiste en Talleres, ¿por quién vas a hinchar en el torneo?
–A los equipos cordobeses siempre los apoyo. Sportivo fue el club que me dio la posibilidad de llegar al fútbol grande, junto a Colón, y me quedó en el corazón. Pero cuando Belgrano completó una gran campaña en Primera dije “¡extraordinario!”; cuando Instituto no pudo ascender... “¡qué cagada!”; cuando Talleres bajó al Argentino A... “¡la puta, cómo pudo pasar!”. Yo siempre estoy pendiente de todos ellos. Después, si les toca enfrentar a Independiente,... qué se yo. Allí jugué siete años, fui capitán, gane seis títulos y lo dirigí dos veces. ¡Cómo no voy a querer que le vaya bien!
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (Archivo/La Voz).-
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