–Dígame la verdad, padre.
–¿Cuál hijo?
–Hoy Dios es de Sportivo.
–¡Qué ocurrente!
–Hoy Dios es de Sportivo.
–¡Qué ocurrente!
Era una misa distinta la que se iba a dar en la parroquia del Cristo Rey. Y los fieles le iban dejando su pedido al cura Sergio Muratore antes de la ceremonia. Era un día distinto, era el día previsto que la historia debía recordar como el del ascenso de Sportivo Belgrano.
El sacerdote no estaba dispuesto a defraudarlos. Algo iba a hacer. Al fin y al cabo también era hincha del Verde. En la bendición final, dijo: “Si el Papa Francisco, San Pablo, San Pedro y los jugadores quieren, que ascienda Sportivo. Y le pedí a la barra que pusiera la bandera del club en el campanario”.
Los feligreses marcharon felices y Muratore también fue a la cancha. Fue con una bandera bendecida por el mismísimo Francisco y se fue hasta el vestuario donde hizo rezar el padre nuestro a todo el plantel.-
Y fue así. Hubo “30J”, pero en el camino, hubo formas impensadas, imprevisibles. Sportivo Belgrano logró el ascenso histórico que puso a una ciudad de pie, con 12 mil almas en el Oscar C. Boero, pero después de haber sido reanimada por el penal (mano de Bucci) que convirtió Juan Aróstegui en el segundo minuto de descuento. El que vino a superar el estado de infarto general en el que había quedado todo el Mundo Sportivo por el gol de Román Strada, a los 38 del complemento.
Ahora es todo festejo. Pero en esos dos momentos nadie quería ver. Hasta hubo plateístas de Sportivo que no podían creer el infierno que vivían ni hablar de cuando el “9” colocó la pelota en el punto penal. El grito de gol de Aróstegui se sintió fuerte y muchos preguntaron cómo lo había pateado. Inclusive periodistas.
Ascendió Sportivo y todo fue fiesta. “Lo merecíamos. Que nos quedáramos sin nada hubiera sido injusto por lo que pasó en la primera final”, dijo Aróstegui, el goleador verde.
“La verdad es que nosotros también sufrimos adentro porque Juan tiene una forma rara de patear. Pero lo hizo. Ya está”, agregó Ezequiel Barrionuevo.
Todos los cantitos se producían mientras daban la vuelta olímpica. Ya en el vestuario sonó el “Sportivo ya salió campeón...”, luego de un cruce con jugadores de Santamarina.
Merecido. Había cierta calentura del equipo visitante. Inclusive le facturaron a la prensa haber fogoneado el mal arbitraje de Giannini y sus asistentes en la ida y no en el fallo de la terna de ayer en el penal del 1-1. Sin embargo, Gustavo Coleoni, el DT de Santamarina, contemporizó todo.
“El ascenso de Sportivo es merecido. Pero no me gustó la forma. El penal no fue porque hay falta antes a Bucci que después hace mano porque las levanta pidiendo foul. Pero ya está. Allá el perjudicado fue Sportivo Belgrano al que un asistente no le dio un gol. Pero no desmerece su ascenso. El trabajo de años de su directiva, la base de Mazzina, Francia, de Barrionuevo, a quien yo llevé a Talleres a los 14 años”, se sinceró “el Sapito”.
Festejo y lo que viene. “Hay que invertir más. Viene una etapa de desafío. Pero es el logro de una continuidad. De un proyecto en el que va una ciudad detrás. Penal para Talleres, ¿penal para Sportivo? Para mí fue. Estamos en la B Nacional”, dijo Rubén Boetto, presidente del club de San Francisco. A su lado, el intendente Martín Llaryora, dijo: “Seguiremos estando cerca. Ahora está la idea de hacer una tribuna más y habrá palcos como en los grandes estadios”. El Boero distinto. Por esas refacciones y porque habrá B Nacional.
Ascendió Sportivo y la ciudad no durmió. Dios fue de Sportivo Belgrano.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (Facundo Luque).-
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