Martín Morales volvió a jugar al fútbol luego de casi cinco años de ausencia por una sanción ejemplar. El defensor de Deportivo Río Cuarto ingresó en el complemento ante San Cayetano y fue ovacionado por la gente del “canario”. “Creo que el objetivo final (el ascenso) se puede dar por la buena onda que hay en el plantel”, remarcó el central que en su momento fue DT.- Promediaba el mes de mayo cuando una noticia oficializada por la Liga Regional de Fútbol tomó gran notoriedad, puntualmente en el seno del Club Deportivo Río Cuarto. Es que el Boletín Nº 008/2013 marcaba el final de una sanción de cinco años de suspensión que recaía sobre el defensor Martín Morales.
El zaguero de 35 años de edad recibió esa pena luego de agredir al árbitro Carlos Boccolini en septiembre de 2008, en medio de un partido en el que elenco riocuartense perdía 1 a 0 con Atlético San Basilio en la cancha del “azul”. A raíz de la agresión, el juez suspendió el partido –válido por la novena fecha del Clausura de Primera A 2008- a los quince minutos del primer tiempo.
En ese lapso, el futbolista se dio el gusto de hasta ser técnico del “canario”. Pero el afecto de sus compañeros y las palabras del actual entrenador, José Zanoguera, pudieron más y lo trajeron nuevamente al rectángulo de juego. “Agradezco a todos mis compañeros y a José (Zanoguera) que me incentivó para volver”, expresó emocionado minutos después del triunfo ante San Cayetano, 4 a 0 en Centro Social Las Higueras el último domingo, en su retorno a las canchas.
El marcador ingresó a los 30 minutos del complemento en lugar de Andrés Bressán y todos los “canarios” presentes, incluidos los propios futbolistas, saludaron de manera festiva su ingreso. “Hemos sido compañeros a lo largo de muchos años, a algunos los tuve de jugadores cuando dirigí. Hay un muy buen grupo así que creo que el objetivo final (NdR: el ascenso a la máxima categoría) se puede dar por la buena onda que hay en el plantel”, destacó Morales en referencia a todo el afecto que recibió durante la mañana del domingo 30 de junio, fecha que seguramente recordará por siempre.
Ya con la cabeza un poco más en frío, el central contó que va de menor a mayor en su puesta a punto y se mostró feliz por volver en un clásico. “Lo mío fue de a poco, fue empezar de nuevo después de mucho tiempo por la suspensión que había tenido. José me llevó al banco porque era un partido importante y pude entrar porque se dio el partido con una diferencia a favor”, comentó.
Finalmente, y en referencia al incidente que generó la suspensión, Morales volvió a manifestar su arrepentimiento y bregó para que no vuelvan a repetirse ese tipo de episodios. “Fue un error muy grande que cometí, lo pagué con la suspensión y le pedí disculpas a Carlos Boccolini. Ojalá que no pase más en ninguna cancha”, concluyó.-
FUENTE y FOTO: (http://www.altoquedeportes.com.ar).-
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