Etiquetas

miércoles, 8 de mayo de 2013

FÚTBOL: Gastón Bottino, el señor de los ascensos.- FUENTE: (Nicolás Russo - www.puntal.com.ar).-

El “Flaco” de Las Higueras cerró otra gran temporada de su carrera con el pasaje de Talleres de Córdoba a la Primera B Nacional.- 
Cultor del perfil bajo, su nombre parece estar emparentado con los ascensos. Hoy en boca de Talleres de Córdoba, hace un par de temporadas pasó algo similar en Guillermo Brown de Puerto Madryn y un poco más atrás en el tiempo en Estudiantes, sin dudas uno de los grandes recuerdos que dejó por estos pagos.
Gastón Ezequiel Bottino es el hombre en cuestión. El señor de los ascensos, como bien podrían llamarlo. Con la ilusión lógica, el oriundo de Las Higueras volvió a la “T” anhelando que no sería un paso más en su carrera.
Arribaba a un peso pesado del fútbol cordobés y también a uno de los grandes del interior, un grande que quería resurgir después de transitar varios años en una categoría que, por su historia, evidentemente le quedaba chica.
La peleó como lo hizo siempre. Fue resistido al principio, pero a base de buenos rendimientos se ganó un lugar y pasó a ser una de las piezas fijas en el equipo de Armando Sialle, un técnico conocido para él ya que juntos habían ascendido también a la B Nacional con Guillermo Brown.
Pero estaba claro que Talleres era otra cosa y la presión muy diferente. “No podíamos venir a hacer sólo una buena campaña, desde un principio sabíamos que teníamos que ascender”, dijo el “Flaco” durante la charla con PUNTAL el día después de la victoria ante San Jorge, que le permitió a su equipo lograr el tan ansiado pasaporte a la segunda categoría del fútbol argentino.
Casi 60 mil almas fueron testigos de ese momento inolvidable. El “Mario Alberto Kempes” se vistió de gala y él fue uno de los invitados estelares a la fiesta. Tuvo participación en el gol porque de una jugada suya llegó la exquisita definición de Velasco que significó, a la postre, el tanto del ascenso.
La emoción no se podía ocultar. Por dentro el sabor del deber cumplido para este jugador que nació en Las Higueras un 25 de junio de 1986.

Pasado y presente

Tiene 26 años, pero por todo lo que realizó desde sus inicios en su querido Centro Social, su documento de identidad bien podría denotar algunos más.
A los 17 armó su bolsito y partió a Talleres con la ilusión lógica de un chico que llega a un equipo de renombre, aunque las cosas no salieron como pensaba y no tardó en emigrar.
Primero a Argentino de Marcos Juárez (Liga Bellvillense) y después a General Paz Juniors, donde jugó dos temporadas en el Torneo Argentino B.
En 2008 quedó libre y, luego de jugar algunos partidos en el “azulgrana”, una nueva puerta se le abrió y arregló su incorporación a Estudiantes. A partir de ese momento el éxito no dejó de acompañarlo.
En el “celeste” no tardó en ganarse el corazón del hincha. Por sus goles, pero también por su entrega y sacrificio, fue uno de los estandartes de aquel equipo conducido por Hugo Mattea.
Jugó de delantero, de volante y hasta de defensor. Un polifuncional con todas las letras.
Sus tres anotaciones en la final de ida con Crucero del Norte aún se recuerdan, como así también el ascenso al Torneo Argentino A que llegó siete días después, un 31 de mayo de 2009 en el estadio “Ciudad de Río Cuarto”.
En esa categoría estuvo una temporada. Una nueva experiencia lo esperaba en el sur del país, más precisamente en Puerto Madryn.
Con Guillermo Brown logró lo que parecía impensando para un equipo que unos meses antes venía de sufrir con la permanencia. Ante pesos pesados -Talleres uno de ellos- consiguió un lugar en la Primera B Nacional.
En la segunda categoría del fútbol argentino Bottino se dio el gusto de convertirle dos goles a River, el primero de penal en Puerto Madryn y el segundo en el mismísimo “Monumental”, que contribuyó para que su equipo rescatara un punto de oro.
Tiempo después sobrevino el descenso y a partir de ese momento concluyó la estadía del “Flaco”, que no tardó en arreglar su incorporación a Talleres.
Y en Talleres ayudó a escribir una historia ya conocida por todos, una historia que tuvo su capítulo final un lunes 6 de mayo de 2013.

El día después

Como seguramente le habrá ocurrido a muchos de sus compañeros, conseguir su palabra el día después no fue una misión sencilla, habida cuenta que los festejos por el ascenso se extendieron hasta altas horas de la madrugada.
Pero eso no fue todo, porque ayer por la mañana el plantel volvió a los entrenamientos de cara al encuentro de mañana ante Sportivo Belgrano, por una nueva instancia de la Copa Argentina.
Ya por la tarde, el llamado de PUNTAL lo encontró con el cansancio lógico por todo lo que había vivido en escasas horas, pero con la predisposición de siempre para la entrevista y contar, entre otras cosas, la grata experiencia que lo tuvo como protagonista.

- ¿Cómo se vive el día después del ascenso de Talleres a la Primera B Nacional?
- Tranquilo porque cumplimos con el objetivo que el grupo se había planteado cuando arrancó la temporada. Sabíamos que no iba a ser fácil porque a Talleres le venía costando mucho, pero siempre fuimos conscientes de que podíamos lograrlo y por suerte se nos dio.

- ¿Qué significó haber jugado en un estadio con casi 60 mil personas?
- Cuesta ver tanta gente en un estadio, aunque nosotros por ahí estamos acostumbrados porque el hincha de Talleres siempre te acompaña. Fue un momento único e inolvidable. Un sueño cumplido.

- ¿Se imaginaba este desenlace cuando llegó al club?
- Uno vino para eso. Todos sabemos lo que es Talleres. No podíamos venir a hacer sólo una buena campaña, desde un principio sabíamos que teníamos que ascender.

- En lo personal tuvo un rendimiento de menor a mayor. Al principio fue resistido pero terminó siendo una pieza clave del equipo.
- Me costó al principio, es cierto. Pero a medida que fui agarrando ritmo de competencia las cosas me empezaron a salir. Se armó un gran grupo y esa fue una de las claves del ascenso. Y la cofnianza que te dan los compañeros y el técnico también es fundamental.

- ¿Fue una ventaja haber tenido de técnico a Armando Sialle, teniendo en cuenta que habían estado juntos en Guillermo Brown?
- Sin dudas que sí. Él me conoce a mí y yo lo conozco a él, sé como trabaja y cuál es su forma de pensar. Después está en uno demostrar en el campo de juego esa confianza que el técnico te brinda.

- Ya muchos lo catalogan como el “señor de los ascensos. Es el tercero que logra en competencias superiores.
- Por suerte las cosas se me dieron en estos últimos años. Siempre digo que con trabajo y dedicación todo es posible. También se necesita la cuota de suerte y la ayuda de Dios. La verdad que no me puedo quejar. Primero ascendí con Estudiantes, después con Guillermo Brown y ahora con Talleres.

- Si bien es prematuro, ¿su deseo es continuar en Talleres?
- El algo que por ahora no pienso. Ahora tenemos la cabeza puesta en el partido del jueves con Sportivo Belgrano. Después llegará el momento de descansar y de recargar energías. Con Talleres tengo contrato hasta junio. Pero desde ya te digo que me encantaría seguir y tener la chance de volver a jugar en la B Nacional.

- ¿A quién va dedicado este ascenso?
- A todos los que me acompañan y siempre están conmigo, tanto en las buenas como en las malas. Mi familia y los amigos; para ellos es especialmente este ascenso.

FUENTE: (Nicolás Russo - www.puntal.com.ar).-

No hay comentarios:

Publicar un comentario