La historia, el fútbol y los hinchas, se sabe, tienen sus caprichos. En los casi 100 años de Talleres, el club fue protagonista de episodios grandiosos, épicos, partidos inolvidables y recibió visitas de rivales de la elite mundial. Los de barrio Jardín supieron codearse desde siempre con lo más granado del fútbol de distintas épocas. Por eso, que la convocatoria más grande de su existencia sea la prevista para hoy, en el Argentino A y ante el modestísimo San Jorge de Tucumán, es cuanto menos, curioso.
Cualquier simpatizante de la “T” sabe que su club ganó una copa internacional (la Conmebol en 1999), que disputó una final con Belgrano por un ascenso a Primera División (en 1998) y que también fue pionero en eso de intentar ganar un torneo del círculo superior (en 1978 ante Independiente).
También seguramente conoce que por su cancha o el Chateau enfrentaron al Barcelona de Sandor Kocsis (1964), al Santos de Pelé (1964 y 1970), al Ajax del holandés Rudolf Krol (1979), el Milan de Franco Baresi, Gianni Rivera y Enrico Albertosi (1979) o la selección de Polonia de Grzegorz Lato, Zbigniew Boniek y Henryk Kasperczak.
Ni qué hablar de los múltiples choques ante Boca, River y los mejores equipos argentinos de toda época, a los que enfrentó con planteles de jerarquía y que, en los ’70, nutrió de valores a la selección argentina campeona del mundo.
No hace falta ahondar demasiado para dimensionar la historia de los albiazules. Pero... ¡qué difícil resultará explicar que en el enorme abanico de antecedentes que expone Talleres, el partido ante los tucumanos figurará, con unos 57 mil espectadores, al tope de convocatorias producidas en un siglo!
Claro que hay demasiados matices que no pueden obviarse, como son la dimensión de los estadios y el crecimiento poblacional, pero en igual medida tampoco hay que desatender que se trata de un torneo de tercera categoría, que la “malaria espanta hinchas” es larga y que por la globalización, los colores de la “T” y de cualquier equipo cordobés compiten hasta con el Barcelona de Lionel Messi.
Lo de hoy, al margen de cualquier resultado, será otro capítulo importante en la vida del club. Que el rival se llame San Jorge, un club del que difícilmente algún hincha albiazul haya sabido de su existencia antes de esta temporada, es un detalle. El fenómeno tallarín, qué duda cabe, sigue vigente y amenaza con despertar más fuerte que nunca.-
FUENTE: (http://mundod.lavoz.com.ar) - FOTO: (Raimundo Viñuelas).-
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